Marx (XIII): Comunismo

Marx (XIII): Comunismo

       El capital ha pasado a controlar todos los fenómenos de la vida moderna, incluyendo las relaciones internacionales, las dinámicas de desarrollo histórico y hasta la propia vida de sus individuos, oprimiendo principalmente al proletariado, pero también a la clase dominante: la burguesía. Sin embargo, de las propias dinámicas del sistema de producción capitalista surgen las causas de su propia extinción: las crisis cíclicas y el hartazgo del proletariado, que terminarán con este sistema para volver a la cooperatividad del trabajo y establecer la igualdad entre seres humanos. Aquí surge el comunismo, de la extrema situación en la que se encuentran los trabajadores en las fábricas, incluyendo mujeres (que antes no trabajaban en ellas) y niños, que se veían obligados a realizar jornadas laborales de más de 16 horas con muy malas condiciones de trabajo, que llegaban a acortar notablemente sus vidas.

       El comunismo se levanta como un movimiento político, social y filosófico que busca defender los intereses del proletariado, únicamente por ser esta su clase más desfavorecida y mayoritaria. Y la causa principal y primigenia de su existencia como clase y su separación radical frente a la burguesía es la existencia de la propiedad privada burguesa, en base a la cual se produce la explotación de trabajadores que, al no tener dicha propiedad privada original, no tienen otra opción que malvenderse (lo que se agraba tras el éxodo rural a las ciudades y la centralización de los trabajadores) para sobrevivir. Por eso la reclama principal del comunismo es «la supresión de la propiedad privada» (MK), es decir, «la revolución comunista es la ruptura radical con los comportamientos de propiedad transmitidos» (MK), en favor del trabajo que uno mismo ha producido, de los productos que uno puede crear, frente a la riqueza de la burguesía basada en el trabajo y la explotación del proletariado: «Nosotros solo queremos abolir el carácter miserable de esta apropiación, según la cual los trabajadores solo viven para aumentar el capital» (MK). Por eso no se plantea la eliminación de toda propiedad privada, sino únicamente las grandes riquezas de la burguesía: «Lo que el comunismo señala no es la abolición de la propiedad en general, sino de la propiedad burguesa» (MK), porque esta es «la expresión última y más acabada de la generación y apropiación de los productos, que reside en la oposición de clases, en la explotación de unos por otros» (MK).

       Esta es la base de la lucha de clases, que ha sido una constante propia de la naturaleza de las sociedades humanas, ha establecido siempre el gobierno de las minorías y sus propios intereses, pero la revolución del proletariado es un movimiento de las mayorías para el servicio de las mayorías. Los fundamentos de esta lucha están contenidos en el comunismo, construido sobre una una filosofía, es decir, sobre un sustento teórico, fruto del análisis de la situación del siglo XIX, pero no busca la mera reflexión abstracta, sino que se le exige ser efectivo. Así, la «filosofía del futuro» que Hegel consideraba un sinsentido (pues la filosofía debía ser el sistema que explicase el desarrollo –pasado– del espíritu) toma el papel principal en Marx en la creación del comunismo: «El comunismo no es para nosotros un régimen que deba ser establecido, un ideal, al cual la realidad tenga que acercarse. Llamamos comunismo al movimiento real que eliminará el régimen actual» (DI). No busca, por lo tanto, establecer una nueva lucha de clases para continuar con el enfrentamiento entre opresores y oprimidos, sino que busca eliminar las diferencias de clase de manera definitiva, ya que el comunismo defiende la comunidad como realidad humana superior, frente a la individualidad. Y esta comunidad debe extenderse a la totalidad de la humanidad, de tal manera que la revolución comunista hará que «convertir de manera exhaustiva la historia en historia mundial» (DI). La heteronomía, que ha sido el principio de ordenamiento de la historia, quedaría eliminada al establecer el reinado de la razón.

      «El comunismo se diferencia de todos los movimientos anteriores en que transforma el fundamento de todos los comportamientos de producción y distribución anteriores y trata todas las premisas naturales por primera vez con la conciencia de ser creadas por personas anteriores, cuya naturalidad desnuda y somete al poder de los individuos unidos» (DI).

       Y para ello, Marx y Engels proponen una serie de medidas concretas, que deberían favorecer la igualdad entre clases, eliminando los derechos de herencia, las propiedades privadas de base, el control privado de medios de transporte y de producción o estableciendo la necesidad de una educación igualitaria que permita las mismas oportunidades para todos los ciudadanos:

«1. Expropiación de la propiedad inmueble y el uso de la renta del suelo para los gastos públicos.

2. Impuestos progresivos más fuertes.

3. Derogación del derecho de sucesión.

4. Confiscación de las propiedades de todos los emigrantes y rebeldes.

5. Centralización del crédito en las manos del Estado a través de un banco nacional con capital público y monopolio exclusivo.

6. Centralización de los transportes en las manos del estado.

7. Aumento de las fábricas nacionales, instrumentos de producción, cultivo y mejora de las propiedades rurales a través de un plan comunitario.

8. Exigencias laborales iguales para todos, establecimiento de un ejército industrial, en especial para la agricultura.

9. Unificación del funcionamiento de la agricultura y la industria, fomento de la supresión gradual de la diferencia entre ámbito rural y urbano.

10. Educación pública y gratuita para todos los niños. Retirada del trabajo infantil en las fábricas en su forma actual. Unificación de la crianza con la producción material, etcétera» (MK).

       Estas son las propuestas y reclamas fundacionales del comunismo, y el motor que desarrollará esta revolución comunista es el propio proletariado, que no solo es una clase oprimida, sino, quizás fruto de su opresión, una clase comprometida a nivel internacional con las miserias de todos los seres humanos oprimidos, y que tiene la fuerza para producir una revolución que culmine con la emancipación de la humanidad, con la liberación de las necesidades impuestas por el sistema de producción capitalista:

      «En la formación de una clase con cadenas radicales, una clase de sociedad burguesa, que no sea ninguna clase de sociedad burguesa, un estamento, que sea la eliminación de todos los estamentos, una esfera, cuyo carácter universal posea un padecer universal y donde no se exijan ningún derecho especial, porque no habrá ningún agravio espacial, sino el agravio en sí mismo será eliminado, donde no se tengan títulos históricos, sino solo humanos, que no lleve a las consecuencias a partir de una contradicción sesgada, sino que remita a las premisas del ser del Estado alemán a partir de cualquier contrariedad, una esfera, finalmente, que no se pueda emancipar sin emancipar todas las demás esferas de la sociedad, que, con una palabra, la pérdida total de la persona es, pero también la ganancia total de una persona. La resolución de la sociedad como un estrato particular es el proletariado» (KH).

       De esta manera se conseguiría «una asociación en la cual el libre desarrollo de cada uno sea la condición para el libre desarrollo de todos» (MK). Quedaría eliminado así el régimen de trabajo de la sociedad burguesa, con su explotación y concentración infinita del capital, que es la principal causa de opresión del hombre moderno. Por eso la revolución comunista busca «la supresión del trabajo» (DI)

       «los comunistas apoyan en todas partes el movimiento revolucionario contra las situaciones sociales y políticas vigentes. […] Los comunistas trabajan finalmente en todas partes para la unión y comunicación de los partidos democráticos de todos los países. […] Ellos declaran abiertamente que su meta solo puede ser alcanzada con la subversión violenta de todos los órdenes sociales anteriores.

       Tiemblen las clases dominantes ante una revolución comunista. El proletariado no tiene más que perder que sus cadenas. Tienen el mundo por ganar.

       Proletarios de todas las naciones, ¡uníos!» (MK).

 

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Citas

DI: Marx und Engels. Die deutsche Ideologie.

KH: Marx. Zur Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie. Einleitung.

K-libro.sección.capítulo: Karl Marx. Das Kapital: Kritik der politischen Ökonomie.

MK: Karl Marx und Friedrich Engels. Manifest der kommunistischen Partei. 1848.

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