Marx (II): La sociedad burguesa

Marx (II): La sociedad burguesa

       La fuerza dialéctica que determina el desarrollo material de la historia es la lucha de clases, que ha sido una constante en la humanidad desde sus orígenes: «la historia de todas las sociedades pretéritas es la historia de la lucha de clases» (MK-Bourgeois und Proletarier), aunque cada vez se diera entre grupos con distintas características: «en las distintas épocas adquiría distintas formas» (MK-Bourgeois und Proletarier). Pero siempre se mantiene la misma estructura, en la que una clase dominante controla a una clase dominada (por eso son clases distintas) y acaba imponiendo incluso el pensamiento de cada época: «la clase que tiene a su disposición los medios para la producción material, también dispone de los medios de producción espiritual» (DI-Feuerbach). Y si en Roma eran los patricios, caballeros, esclavos y plebeyos, mientras que en la Edad Media los señores feudales y sus vasallos, en la Edad Moderna son la burguesía y el proletariado: «La sociedad burguesa moderna, surgida de la caída de la sociedad feudal, no ha superado la lucha de clases. Ha establecido nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas formas de lucha en lugar de las anteriores» (MK-Bourgeois und Proletarier) (MK-Bourgeois und Proletarier).

       La «sociedad burguesa» surge sobre las bases del descubrimiento de América, la circunnavegación de África, los mercados con China y las Indias Orientales, y todo el desarrollo que esto trajo a Europa, por la expropiación de recursos como metales nobles y la utilización de mano de obra esclava, así como el establecimiento de mercados internacionales: «El comercio mundial y los mercados mundiales abrieron en el siglo XVI la biografía moderna del capital» (K-1.2.4). La sociedad burguesa era el sueño del siglo XVIII, que planteaba la necesidad de una clase libre e independiente, generadora de riqueza y fundamento de la paz social en cuyo seno podría desarrollarse el ser humano, una clase que eliminase los privilegios de cuna de los estamentos medievales ostentados por el rey y la nobleza, así como por el clero, para establecer un régimen basado en el esfuerzo propio y en la generación de bienes de consumo que facilitasen la vida al ser humano.

       «La expresión sociedad burguesa venía del siglo XVIII sobre los comportamientos respecto a la propiedad privada que habían desarrollado las comunidades antiguas y medievales. La sociedad burguesa como tal se desarrolla en primer lugar con la burguesía; la organización social desarrollada en base a la producción y distribución, que en todos los tiempos constituye la base del Estado y de la superestructura ideal, se denomina con el mismo nombre» (DI-Feuerbach)

       La burguesía se asienta culturalmente sobre el desarrollo científico y tecnológico que permitió la aparición de una industria basada en máquinas y en un control de las fuerzas de la naturaleza (como el vapor o la electricidad). Pero también se funda en comportamientos sociales y culturales como la férrea defensa de la propiedad privada, el surgimiento de sistemas económicos complejos como el de crédito y la utilización masiva de mano de obra independiente del burgés (los jornaleros), cuya existencia requiere la creación del proletariado como clase independiente de la burguesía: «La condición esencial para la existencia y el dominio de la clase burguesa es la acumulación de la riqueza en las manos de individuos privados, la formación y aumento del capital; la condición del capital es el trabajo asalariado» (MK-Bourgeois und Proletarier).

       Pero el sueño de libertad y paz acaba siendo solo un ideal, pues la burguesía se centra por completo en el desarrollo de la industria (o del «método de producción capitalista»). Esto no sería un problema, de no ser por su extensión. En la eliminación de los estamentos sociales y valores tradicionales, la burguesía acaba creando un nuevo orden social y unos nuevos estamentos que continúan oprimiendo a la inmensa mayoría de los ciudadanos (y no únicamente a los trabajadores). Y los burgueses acaban siendo los «los millonarios industriales, los jefes de todo el ejército industrial, los burgueses modernos» (MK-Bourgeois und Proletarier), los representantes de una clase dominante que se hace con el control total, no solo de los mercados, de los métodos de producción y de distribución de las mercancías, sino de la vida personal de los propios trabajadores, de la cultura y de la organización social. Y, por primera vez en la historia de la humanidad, se establece un orden mundial basado en la producción industrial.

       Los productos y la cosmovisión burguesa se extienden a la totalidad del mundo gracias a la creación del «mercado global», convirtiendo las naciones más distantes en cosmopolitas, destruyendo las industrias locales y regionales. En todo el mundo cambia la distribución demográfica, pues los individuos se ven obligados a vivir afinados en grandes ciudades que concentran la mano de obra, para abaratarla y ponerla a disposición de unos pocos: «Ha aglomerado a la población, centralizado los métodos de producción y concentrado la propiedad en pocas manos» (MK-Bourgeois und Proletarier). Incluso se fomenta la sobrepoblación para abaratar la mano de obra. Pero también la «producción espiritual» pasa a estar controlada por los intereses de esta nueva clase, incluyendo el arte (que pasa a convertirse en lo que cada uno quiera pagar por él), las tradiciones (que empiezan a basarse en el consumo), o la política: «El poder político moderno es solo un comité que administra los negocios comunitarios de toda la clase burguesa» (MK-Bourgeois und Proletarier). Y, por supuesto, la ciencia y la tecnología: «Ha transformado a los médicos, a los juristas, a los curas, a los poetas, a los hombres de ciencia, en sus jornaleros a sueldo» (MK-Bourgeois und Proletarier). En definitiva, «crea un mundo a su imagen» (MK-Bourgeois und Proletarier), de tal manera que «la teoría se convierte en poder material» (KH-Einleitung). Queda únicamente el «interés desnudo» como forma de interacción humana y se reduce toda la sociedad a los intereses del capital.

       Y todo ello se consigue a costa del dinero: «los precios asequibles de su mercancía son la artillería más pesada» (MK-Bourgeois und Proletarier). Las «fuerzas productivas» de la industria burguesa se transforman en «fuerzas destructivas», por una clase que «viste todos los vicios de la sociedad» (DI-Staat und Recht) que oprime a la totalidad de los hombres, incluyéndose a sí mismos: «Según su representación, los individuos son más libres que antes bajo el dominio burgués, porque sus condiciones de vida son fortuitas para ellos; en verdad son naturalmente esclavos, porque están subsumidos bajo un poder material mayor» (DI -Kommunismus). Las grandes industrias acaban con todo, como un monstruo que crece sin límites:

       «la gran industria […] destruyó toda ideología, religión, moral, etcétera, y allí donde no pudo, lo convirtió todo en mentiras manifiestas. Creó por primera vez la historia del mundo, como si hiciera a cada nación civilizada y a cada individuo en ellas independiente del mundo en la liberación de sus necesidades […]. Subsumió la ciencia de la naturaleza bajo el yugo del capital […]. Destrozó, allí donde llegó, la artesanía y todos los estadios anteriores a la industria […]. Creó en todos sitios en general los mismos comportamientos entre las clases de la sociedad y destruyó así las singularidades de las naciones individuales. Y, finalmente, […] la gran industria creó una clase que tenía los mismos intereses en todas las naciones, y para la cual las nacionalidades ya estaban eliminadas, una clase, que realmente es el mundo antiguo y, a la par, se opone a él» (DI-Basis der Ideologie).

       La burguesía se convierte en un elemento de reproducción y expansión del capital a través de la industria y el aprovechamiento del proletariado. Por lo tanto, entender la historia moderna significa analizar el papel que juega la industria en la sociedad.

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Citas

DI: Marx und Engels. Die deutsche Ideologie.

KH: Marx. Zur Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie. Einleitung.

K-libro.sección.capítulo: Karl Marx. Das Kapital: Kritik der politischen Ökonomie.

MK: Karl Marx und Friedrich Engels. Manifest der kommunistischen Partei. Bourgeois und Proletarier. 1848.

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