Artículos y textos

abril 11, 2021 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Marx (I): La ideología alemana

«Tanto la historia general de la humanidad como la historia de cada individuo no está determinada por unas reglas abstractas y teóricas de un supuesto espíritu universal que pareciera regir el mundo desde ninguna parte. Al contrario, las épocas históricas que constituyen el desarrollo social, pero también el rango de acción individual, están determinadas por las condiciones materiales: el acceso a un metal como el hierro, el descubrimiento de la pólvora, la capacidad de comprar –o no– un martillo… Por eso Marx decía que «los filósofos únicamente han interpretado el mundo de maneras diferentes, ahora se trata de cambiarlo». Y la sociedad presente está completamente determinada por el surgimiento de la industria, el desarrollo del sistema de producción capitalista y el dominio de la sociedad burguesa».

abril 2, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

El teorema de Pitágoras

«La contribución más conocida de Pitágoras a la geometría, es el llamado teorema de Pitágoras, según el cual «en el triángulo rectángulo el cuadrado de la hipotenusa equivale a la suma del cuadrado de los catetos» (como dirían Diógenes Laercio o Porfirio) o, como recoge Euclides: «en los triángulos rectángulos el cuadrado que pende del lado opuesto al ángulo recto es igual a los cuadrados formados en los lados que forman dicho ángulo» (P47L2), lo que vamos a demostrar en esta entrada. Valga como ejemplo del funcionamiento de la geometría clásica».

marzo 25, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Vida de Pitágoras

«El teorema de Pitágoras traía consigo un problema grave, y es que la diagonal de un cuadrado de lado uno no puede expresarse como un coeficiente de dos números enteros, por lo que la diagonal del cuadrado es inconmensurable, algo incomprensible e indeseado para la matemática griega. Sin embargo, los pitagóricos continuaron estudiando la presencia de relaciones matemáticas en el universo, llegando a la conclusión de que toda la realidad podría expresarse en dichas relaciones y, más allá, que los números eran las cosas. El uno es el punto, el dos la línea, el tres la superficie y el cuarto el sólido, incluso las líneas se forman por la yuxtaposición de puntos, la superficie por las líneas y el sólido por la de las superficies, con lo cual se construyen los cuerpos que conforman el mundo sensible. Anaximandro, maestro de Pitágoras (cf. P2), había propuesto que todo se produce de la indeterminación, a lo que Pitágoras añadió el concepto del límite, que junto con lo ilimitado produce el mundo, incluyendo los sólidos, es decir, el mundo sensible».

diciembre 27, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

El descubrimiento de la luz (II): velocidad

Independientemente de la precisión de este resultado, mostró que la velocidad de la luz no era infinita, y fomentó la investigación de la luz a distintos niveles, incluyendo la influencia del medio en el que la luz se debía mover, sobre dicho movimiento. Pero el resultado fue negativo. No se percibía ninguna interacción, como si la luz se moviese al margen del éter luminoso. Más tarde De Sitter muestra en base a la observación de sistemas dobles espectroscópicos de estrellas, que la velocidad de propagación de la luz no dependía de la velocidad del cuerpo que la emitía y las teorías de Lorentz sobre el electromagnetismo y la óptica muestra que la velocidad de la luz en el vacío siempre es la misma, independientemente del sistema de referencia. Estos fenómenos no quedarían explicados hasta la teoría de la relatividad de Einstein y, por lo tanto, la justifican.

diciembre 13, 2020 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Sistema del mundo s. XX (III): próximos destinos

Si había grandes superficies de agua bajo la superficie, el sueño de construir una ciudad en la Luna volvía a ser factible. Surge el proyecto Artemisa, que planea enviar de nuevo a seres humanos (incluyendo a la primera mujer) a nuestro satélite. Y, en esta ocasión, para quedarse. Además del encanto y del hito histórico del proyecto, también tiene una importancia práctica, pues la Luna sería el lugar ideal para la próxima colonización espacial: Marte.

diciembre 4, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Sistema del mundo s. XX (IV): Nuestro sistema solar

Quizás el planeta más bello del sistema solar haya sido (desde la invención del telescopio) Saturno. Galileo observó el anillo de este planeta, pero no con la suficiente resolución como para deducir que era un anillo, llegando a pensar que sería una formación de tres planetas juntos. Podríamos decir que la evolución de este dibujo, tras varios siglos de estudio, son las imágenes de la sonda Cassini-Huygens, la cual sobrevoló el planeta mostrando los detalles de su superficie, sus anillos y las lunas que le rodean. Entre estos detalles, se vieron tormentas sobre la superficie, incluyendo el característico hexágono del polo norte y revelando el huracán que se encuentra en su interior (llamado «La rosa» [The rose]). Poesía cósmica.

noviembre 27, 2020 2 Por Alberto Buscató Vázquez

Sistema del mundo s. XX (II): El espacio profundo

«Las imágenes de más trascendencia del Hubble son las del espacio profundo, es decir, las de objetos muy distantes. Y las más espectaculares de estas son las de las nebulosas (inmensas nubes de polvo, de miles de años luz de diámetro, en cuyo interior se forman constantemente estrellas), así como las de supernovas (explosiones de estrellas), apodadas con nombres como «Los pilares de la creación», «La mariposa» o «La montaña mística». No obstante, también nos ha permitido descubrir exoplanetas, otras galaxias, estrellas en formación, la edad del universo… Rentable, el aparatito…».

noviembre 20, 2020 2 Por Alberto Buscató Vázquez

Sistema del mundo s. XX (I): Telescopio espacial

A principios del siglo XX, los telescopios terrestres se habían mejorado enormemente, hasta el punto de alcanzar el límite que la atmósfera impone. La conclusión era clara: necesitábamos un observatorio espacial. Y este requeriría, como mínimo un espectrómetro, aunque sería mejor que tuviese, al menos, un telescopio de diez pulgadas o, soñando a lo grande, uno de 200 o 600 pulgadas (entre cinco y diez metros), con el cual «un objeto en marte de una milla de radio [1,6 kilómetros] podría ser grabado claramente en oposición, mientras que en la luna un objeto de cincuenta pies [poco más de quince metros] podría ser detectado con radiación visible» (Spitzer, 1946). Surge así el proyecto del Hubble Space Telescope.

noviembre 10, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

El descubrimiento de la luz (I): Naturaleza

El estudio serio de la luz comienza con un sencillo experimento de Newton con el cual consigue difractar un rayo de luz en sus distintos colores. Cuando William Herschel intentó medir el calor que producen estos colores, descubrió que había «luz» que no veíamos, más allá del rojo. El Sol produce radiación capaz de ser vista por nuestros ojos y otra, de la misma naturaleza (pues es igualmente refractable, aunque en menor grado que el color rojo –igual que este lo es en menor grado que el violeta–) capaz de producir el calor. Y esto implica que deben de tener la misma causa y naturaleza, o, dicho de otra forma, la luz visible y el calor son lo mismo, aunque nosotros (los seres humanos) los percibamos en base a distintos sentidos (la vista y el tacto respectivamente), lo que hace que nos parezcan distintos. Comenzábamos a profundizar en los secretos invisibles de la luz.

noviembre 6, 2020 3 Por Alberto Buscató Vázquez

Isaac Newton (II): La gravedad universal

Al calcular el valor de esa fuerza para la Luna respecto a la Tierra, obtuvo que esta recorrería 15 1⁄12 pies parisinos en un minuto y «con esa fuerza descienden de hecho los graves en la Tierra» (P, libro III: proposición IV). Y voilá. […] Esto implica que la fuerza que mantiene al universo cohesionado no es, por lo tanto, la naturaleza del éter ni el movimiento propio de los cuerpos celestes ni una mente cósmica, sino la fuerza de la gravedad, es decir, la que se usaba para hacer referencia a la caída de los cuerpos (los graves) en la superficie terrestre: «ambas fuerzas, estas de los cuerpos graves y aquellas de las lunas, [tienden] al centro de la Tierra y [son] semejantes entre ellas [… por lo que] tendrán la misma causa» (P, libro III: proposición IV). De hecho, esta fuerza había sido llamada centrípeta durante todo el libro (es decir, la que haría que los planetas se dirijan hacia el centro de otros cuerpos celestes), pero ahora se ha descubierto que esta fuerza es la de la gravedad, que explica tanto la caída de los objetos sobre la superficie terrestre como el movimiento de los cuerpos celestes en el espacio. Nace un nuevo sistema del mundo.