Rimas disonantes

          La evolución de los movimientos artísticos más diversos y de los elementos a partir de los cuales estos se forman es constante. Y este es también el caso de las figuras retóricas, y de las rimas. Tradicionalmente, estas se han definido de cierta manera, sobradamente documentada y conocida por todos, pero quizás sea el momento de realizar una serie de reflexiones sobre la versatilidad de este recurso y la gradualidad con la que pueden presentarse, teniendo especialmente en cuenta las últimas manifestaciones artísticas de las batallas de gallos, como las de Navas, en cuyas intervenciones vamos a basarnos.

1. Rimas clásicas: consonantes/asonantes

          Empecemos por el principio: la rima es un recurso que se conoce desde siempre. Es uno de esos términos de los que no puede rastrearse su origen por ser anterior a la escritura. Es fundamental en la poesía moderna y contemporánea, ya tenía una gran relevancia en la Edad Media europea, pero también está presente en los siglos de oro de la cultura árabe, en la cultura india más antigua, en la Antigua Grecia… Y se la entiende como la consonancia (de ahí su término en griego antiguo: homoioteleuton, o sea misma/homo terminación/teleute) de los fonemas a partir de la sílaba tónica de distintas palabras, habitualmente colocadas al final de sendos versos.

          Y estas rimas se dividen tradicionalmente en dos grandes categorías: las rimas consonantes y las rimas asonantes. Las primeras, a pesar de su nombre, son aquellas en las que coinciden no solo las consonantes, sino también las vocales, de varias palabras a partir de la sílaba tónica de las mismas. Veamos algunos casos usados por Navas (que haberlos, aunque pocos, haylos):

Sí, primo, yo soy el papiloma humano.

Sí tú pareces, no un rapero, un gusano.

Te huele la puta boca a estercolero,

dime, primo, si vas a decir algo en vano.1

          El otro tipo de rimas clásicamente definidas es el de las asonantes, en la que coinciden únicamente las vocales (no las consonantes) a partir de la sílaba tónica. En el siguiente ejemplo, las palabras «tránsito», «fantásticos», «clásico», «Kalashnikov» y «básico» riman de manera asonante, pues coinciden las vocales –aXiXo (donde las X serían las consonantes que no coinciden en todos los casos).

Te jodo to el tránsito.

Te pongo a cuatro y te meto los cuatro fantásticos.

Hermano, te enciendo tol pergamino.

Tú no sabes ni lo que digo.

Yo soy un dogo argentino.

Sí, hermano, le meto más clásico.

Tú ya lo sabes, disparo Kalashnikov.

El puto Force, un minuto preparado y to básico.2

2. Otros recursos fonéticos

          Antes de ver otros posibles tipos de rima, vamos a ver algunos recursos similares (que tienen que ver con la similitud fonética de las palabras al final de los versos) comunes en la tradición, que pueden ayudarnos a entender la diversidad de las rimas de la que estamos hablando.

2.1 Versos libres y versos blancos

          En primer lugar, encontramos los versos libres o blancos. Los versos libres son aquellos que no tienen ni rima ni métrica, frente al verso blanco, que no tiene rima, pero sí métrica, algo que en el rap se realiza de manera fonética, no estrictamente silábica (como ya comentamos en Las figuras retóricas). En la siguiente estrofa, por ejemplo, la última palabra del último verso no coincide en absoluto con las anteriores (y, en el caso de las anteriores entre sí, es discutible, como veremos).

Ehh, escucha, escucha, ¿qué vienes primo, quieres magia?

¡Tachán!

Esta mierda, primo… Hago que desaparezcas.

¿Qué quieres primo…? ¿En correos? ¡Si trabajas en Correos!3

          En ocasiones, los versos libres en la improvisación pueden ser deficiencias, es decir, se deben a que el autor no es capaz de encontrar una palabra que rime o no es capaz de cuadrar el verso o, por la razón que sea, un verso no rima. No obstante, hay ocasiones, tanto en la poesía clásica como en las improvisaciones más actuales, donde el verso libre se hace a propósito, como hace Zatu en Contra todos, o Pabler en Balada sangrienta. O, por ejemplo, cuando lo importante es decir un mensaje, a costa de todo, aunque no rime, como quizás sea el siguiente caso:

Sí, primo, el freestyle se nos va a la mierda

porque hay peña como tú soltándose a la cuarta las pensaucas.4

2.2 Epífora

          En el extremo contrario, encontramos la coincidencia total de la última palabra, incluso antes de la sílaba tónica. O sea, es cuando se repiten dos palabras al final de sendos versos. Esto en ocasiones es criticado por la facilidad que implica no tener que encontrar una palabra que rime de manera clásica y realizado a lo bruto es burdo y ridículo. Sin embargo, tiene diversas funciones cuando se realiza intencionadamente. La más clara de ellas es la de reforzar un mensaje, mediante la repetición de la palabra que lo resume, como hace Zenit en Y más allá, a la mierda; Juaninacka con Rap; o C. Tangana con Nada. Así, Navas no quiere dejar pasar la referencia al síndrome mencionado por su adversario como crítica, reivindicándolo o usándolo a su favor:

Sí, primo, no, no solo parezco esquizofrénico,

resulta que es verdad y ¡soy esquizofrénico!5

          Pero en ocasiones también se utiliza cuando el autor no sabe qué decir, lo cual a su vez puede tener un mensaje, pues no sería el primer autor que critica la obligación de ciertas competencias de rimar haciendo referencia a conceptos que, a veces, son poco motivadores. En el siguiente caso, Navas tiene que rimar haciendo referencia a una «sandalia», pues ha sacado aleatoriamente dicho objeto de una caja. Y al no sentirse motivado, pasa de intentar encontrar una rima.

Yo, primo… te pego hasta con la sandalia.

Espero, primo, que digas tú alguna buena con la sandalia.6

2.3 Métricas extremas o técnica one-two

          Por último, vamos a ver un tipo de «rimas» o «métricas» diferentes a las clásicas, pero sobradamente desarrolladas en la escena del rap hispano (y anglosajón). A estas se le dedica un capítulo en La esencia del rap hispano, pero valga decir que son aquellas rimas basadas en sílabas independientemente de las palabras de las que estas forman parte y de las sílabas tónicas de las mismas, a diferencia de las rimas clásicas, donde solo riman las sílabas de una única palabra por verso (la última del mismo) a partir de la sílaba tónica. Y esta puede ser consonante:

Tú eres el ogro

que no encuentra una Fiona ni un asno.

Hermano, ¿hoy morirás? No.7

          O asonante:

Si soy el puto rapero muerto y reencarnado.

Sí, rapea el Force con mi verga al lado.8

3. Rimas disonantes

          Hasta aquí, todo clásico, todo sobradamente conocido y asimilado por la escena. Empecemos con la cuestión que está generando más controversia en las batallas de gallos: la disonancia.

          La disonancia tiene valor estético en diversos movimientos artísticos. Lejos de la censura eclesiástica, que prohibía la utilización del tritono por considerarlo disonante durante gran parte de la Edad Media, la música romántica comenzó a usar la disonancia para crear tensiones no resueltas, dando lugar a una música académica del siglo XX completamente basada en este concepto, como encontramos en Schönberg. Se llega incluso a crear un sistema (el atonal) opuesto a la tonalidad propia de la práctica común (la música a partir de Bach y anterior a la atonalidad), donde no hay una armonía clásica que suene agradable al oído humano (al menos, al occidental). Incluso, sinestésicamente hablando, también encontramos en el arte plástico este tipo de recurso desde la Fuente de Duchamp hasta los murales de Seagram de Rothko, que pretenden ser antiestéticos.

          Esta disonancia no es mera independencia, aleatoriedad o falta de consenso entre elementos de una obra de arte. Es más complejo. Dos palabras que no tienen nada en común (como «magia» y «Correos») simplemente no riman entre sí. Pero tampoco generan una disonancia, como no lo hacen dos frecuencias cualesquiera. Para ello, se deben utilizar dos sonidos muy similares, pero no idénticos, igual que en el caso de los acordes, cuando en lugar de una quinta se usa una cuarta (como en el mencionado tritono, por ejemplo, do, fa# y si, en lugar de do, sol y si).

          Así, las rimas disonantes serían aquellas que no están basadas en el sistema clásico explicado, pues no son rimas ni consonantes ni asonantes, pero tampoco son versos libres ni palabras aleatorias. Para generar una disonancia o lo que podríamos llamar una rima disonante, las palabras involucradas deben tener cierta consonancia fonética, pero también cierta divergencia, generando un efecto estético debido a la mezcla entre similitud y diferencia, una tensión no resuelta.

          Y esto es lo que encontramos en Navas, para lo cual vamos a hacer una clasificación que nos permita mostrar la diversidad de estas rimas. Vamos a analizar lo que podríamos llamar las rimas de coincidencia consonántica, además de dos mecanismos por los cuales se crean rimas parciales: las divergencias y las intromisiones, para terminar analizando casos de rimas disonantes que recurren a todos estos elementos.

3.1 Rima de coincidencia consonántica

          En primer lugar, encontramos las «rimas», si es que se pueden llamar así (debates terminológicos aparte) en las que coinciden, no las vocales (como en las rimas asonantes) ni las vocales y consonantes (como en las rimas consonantes, cuyo nombre induce a la confusión y que, de hecho, podríamos llamar rimas totales), sino en las que coinciden únicamente las consonantes.

Hermano, sí, sí, sácate la mano del manubrio.

¿Has visto cómo maniobro?

Sí, mala obra

y casi cobró

Hermano, yo tus sueños los logro.9

          Esto no debe ser confundido con la aliteración, la cual “consiste en la repetición de rasgos fónicos iguales o muy semejantes acústicamente […] a menudo para conseguir un efecto simbólico” (Pozuelo Yvancos, 1988, 179), pues en esta suele haber una repetición de ciertos fonemas muy marcada y densa, además de ser independiente de los versos. Aquí, lo que encontramos es una repetición de las consonantes en las posiciones donde clásicamente se colocan las rimas, es decir, una estructura propia de las rimas, pero en la coinciden otros elementos a los de las rimas clásicas definidas.

          Valga mencionar que encontramos un caso especial en la utilización de siglas, donde ni siquiera tenemos una rima de coincidencia consonántica, sino que los fonemas de las siglas del primer verso forman la base de los fonemas de la palabra utilizada en el segundo verso.

Sí, primo, pero, ¿qué FMS [efe eme ese]?

Si tienes fimosis.10

3.2 Divergencias

          Pero además de este tipo de rimas, análogo a las asonantes, encontramos rimas en las que coinciden solo una parte de los fonemas implicados, por lo que podríamos llamarlas rimas parciales. Estas se forman en base a dos mecanismos que vamos a comentar. En el primero de ellos, hay fonemas que no coinciden entre las palabras involucradas, aunque ocupan los mismos lugares, por lo que podríamos llamarlos divergencias.

3.2.1 Rima parcial por divergencia vocálica inicial (rima parcial básica)

          Para explicar este mecanismo, vamos a recurrir a la divergencia que ocurre con mayor frecuencia: aquella en la que coinciden todos los fonemas excepto la primera vocal a partir de la sílaba tónica. No son, por lo tanto, rimas asonantes, pues riman también las letras consonantes; ni rimas consonantes, pues no coincide la primera vocal a partir de la sílaba tónica. Son las más habituales y las más sencillas de reconocer, porque son prácticamente rimas consonantes, pero la divergencia vocálica inicial crea una disonancia clara. Por dicha relativa frecuencia en su uso, fueron ya definidas escuetamente en Las figuras retóricas.

Me pones histéricas,

mis rimas son históricas.11

Lo sabes primo, al ser un parking tu vida.

Y yo me voy a colar hasta en tu boda.12

Sí, primo, ehh, me responde al rato la de Melendi.

Yo traigo la puta paz, no la guerra: Mahatma Gandhi.13

          De hecho, el propio Mr. Ego copia estas estructuras para ridiculizar a su rival en la batalla que mantiene con Navas en la Red Bull mencionada:

El cerebro no me riega,

pero es esta noche el disonántico el que la caga.14

Porque te vas a morir de hambre

hasta que en el cartel de «se vende» se vea tu nombre.15

3.2.2 Rima parcial por divergencia vocálica-consonántica inicial

          Esta divergencia puede ser más clara y la disonancia más marcada, cuando hay más fonemas que no coinciden entre ambas palabras. Por ejemplo, podemos encontrar la divergencia no solo de la primera vocal, sino varias consonantes. Por eso podríamos llamarlo divergencia vocálica-consonántica.

Hablando de cosas electrónicas.

Sí, primo, ehh, mis rimas son galácticas.16

Parece que tienes esclerosis lateral amiotrófica.

Te regalo un río safari por África.17

3.2.3 Rima parcial por divergencia vocálica-consonántica media

          Estas divergencias no tienen por qué darse solo al inicio de las palabras. En el siguiente caso, si bien riman las /e/ de «aceite» y «Tekken», no lo hacen la /i/ y la /t/ de «aceite» con las /k/ de «Tekken», pues ambos fonemas difieren, aunque ocupan el mismo lugar. Es decir, divergen.

Tú, más virgen que el aceite,

hermano, pego patadas que ni el Tekken.18

3.2.4 Rima parcial por divergencia tonal

          Además de la divergencia de fonemas, encontramos la que quizás sea la divergencia más marcada: aquella en la que difiere la acentuación, o sea, la colocación de la sílaba tónica de las palabras que riman. Como hemos visto, las rimas se han estudiado siempre como la consonancia a partir de la sílaba tónica, por lo que las palabras esdrújulas, llanas o agudas siempre riman con palabras de su misma entonación. Pues esto, ahora, no es así.

          En este primer ejemplo, riman las palabras «histéricas» e «históricas» (ambas esdrújulas) con «vietnamita» (palabra llana), en asonante (–iXa) pero cambiando la sílaba tónica. Hay, por lo tanto, una sílaba de las palabras de los dos primeros versos que no riman con el tercero.

Me pones histéricas,

mis rimas son históricas,

hermano, eres un cerdo vietnamita.19

          Y en el siguiente ejemplo, dos palabras agudas (bull y Hollywood) riman con una llana (Nosferatu).

Sí, primo, ¿no sabes cómo he entrado en la Red bull?

Lo que no sé es tú qué haces aquí creyéndote una estrella de Hollywood.

Hermano, sí, no me menciones contra el espejo, primo, que soy Nosferatu.20

          En los siguientes casos encontramos una rima entre «gafas» y «estafa» (ambas llanas) con «Mustafá» (aguda), así como una rima aguda entre la /a/ de «cara» con la de ‘minigun’ (pronunciado como minigan), rimando una llana con una aguda (obviemos la rima de «Quesada», por el momento).

Sí, primo, un pelirrojo con gafas.

Yo vengo a la Red bull, primo, y hago una estafa.

Tú, primo, qué coño… ¿te crees el Mustafá?

¡Un puto minuto hablando del Quesada!21

Sí, primo, ehh, que tienes toda la cara

de que te envío por postal o e-mail una minigun.22

          Y, por mencionar un último caso, vemos que la que podría ser una rima consonante (–élula, obviando el último fonema de la palabra que rima en el segundo verso, es decir, la /r/ de «celular», que veremos más adelante) se da entre dos palabras que difieren en la acentuación, rimando una esdrújula («libélula») con una aguda («celular»).

Sí, primo, ehh, pareces una libélula.

Me voy a quedar con tu celular.23

          Como podemos ver, este tipo de rima es también bastante frecuente.

3.3 Intromisiones

          Otro de los elementos que encontramos en este tipo de rimas es lo que podríamos llamar «intromisión», es decir, cuando hay fonemas que no solo no coinciden en una y otra palabra, sino que en una aparecen cuando en la otra no hay nada (lo que constituiría una divergencia).

3.3.1 Rima parcial por intromisión final

          El caso más habitual, que constituye quizás el caso de disonancia más suave, es aquel en el que se añade un fonema extra al final de una palabra que, por lo demás, rima con las palabras adecuadas de los versos adyacentes. Al estar al final, y al poder enmudecerse fácilmente, casi no se nota el efecto disonante, aunque este esté presente. Así, por ejemplo, en la rima –icia, se introduce una /r/ en el tercer verso de la estrofa, mientras que en el segundo ejemplo se introduce una /l/ a la rima –osta.

Sí, primo, mi retraso está en otra franja horaria.

Aquí pone “se vende”, tú vendes el culo en esta franquicia.

Yo, primo, te digo las verdades y te voy a desquiciar.

Es mi arte la que el golpe te propicia.24

Yo no sé, primo, si lo estáis haciendo a posta.

Te voy a mandar pa tu casa sin carta y sin postal.25

          En el siguiente caso, la rima parcial por intromisión final se crea sobre una rima parcial por divergencia vocálica inicial.

Sí, primo, ¿me vas a hablar tú de estar puesto?

Eh, tenemos un problema, Houston.26

3.3.2 Rima parcial por intromisión vocálica-consonántica media

          Obviamente, estas intromisiones pueden darse también en otros lugares. En el siguiente caso, sobre la rima asonante –eXo-e se introducen las consonantes –rr y la vocal –o de la palabra «corroe».

No sé, primo, la envidia te corroe.

Eres una puta rata solo sé roer.27

          Nótese que la diferencia entre la /c/ de «corroe» y la /r/ inicial de «roer» constituirían una divergencia, pues hay un hueco ocupado por dos fonemas distintos (lo cual es lo que ocurre en las rimas asonantes clásicas). No obstante, el -rro- de «corroe» no tiene un análogo en la palabra «roer» respecto a la cual diverja, sino que constituye una intromisión, por así decirlo. Además, la /r/ final de «roer» constituiría una intromisión final como las vistas anteriormente.

3.4 Complejas

          Todos estos tipos de rimas pueden aparecer de manera simultánea, dando lugar a estructuras quizás más difícil de explicar que de escuchar. En cualquier caso, su análisis puede mostrarnos en cada caso dónde está la disonancia, esa mezcla de similitud y diferencia con relevancia estética, que justifica el interés por este tipo de rimas y su valor. Vamos a ver varios casos haciendo referencia a la clasificación propuesta.

3.4.1 Rima parcial por divergencia vocálica inicial, divergencia tonal e intromisión final

          En el siguiente caso, encontramos la consonancia en –ga en los tres casos, pero difieren la /e/ y la /u/ de las últimas palabras de los dos primeros versos (lo que constituye la divergencia vocálica inicial); difiere la entonación de las dos primeras palabras involucradas (que son llanas) con la última (que es aguda), lo que constituye la divergencia tonal; y se añade la /n/ a la última palabra del tercer verso, que sería una intromisión final.

Sin ser el Ortega.

Te meto por el cuello una oruga.

Vete a divertirte en un parque, en un tobon.28

3.4.2 Rima parcial por divergencia vocálico-consonántica inicial, intromisión final y divergencia tonal

          O sea, que sobre la rima –ia, difieren el –em-, el –od- y el –er de las respectivas palabras (divergencia vocálico-consonántica inicial); se añade la –r al final del segundo verso (intromisión final); y difiere la entonación de «parodiar», que es aguda, respecto a «pandemia» y «seria», ambas llanas (divergencia tonal)

Hoy se acaba la pandemia.

Ehh, ¿me estás intentando parodiar?

Esto no es cosa seria.29

3.4.3 Rima con técnica one-two, intromisión vocálico-consonántica media y divergencia tonal

          Aquí encontramos una rima (–olla) basada en la técnica one-two (pues riman sílabas de distintas palabras en el caso de «por allá») en la que se han introducido una consonante (la /r/ de «por») y una vocal (la /a/ de «allá) y en la que además se fuerza la pronunciación de la última palabra para remarcar la rima, que a su vez es entre una palabra llana y una aguda.

Hijo de puta, hoy me chupas la polla

y mañana lloras por allá.30

3.4.4 Rima parcial por intromisión consonántica media, divergencia vocálica inicial e intromisión final

          O sea, encontramos una intromisión consonántica entre –io de «radio» en los otros tres versos (–illo, –allo, –ayor) , divergencia vocálica inicial entre el segundo y el tercer y cuarto verso (–illo y –allo/–ayor) e intromisión final por la /r/ del cuarto verso.

Sí, primo, eh, se le nota hasta el radio.

Te paso por encima como un rodillo.

Tienes toa la cara de un rodaballo.

Hermano, soy Emmanuel Adebayor.31

Citas

[1] Navas. En Navas vs Botta. Cuartos, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[2] Navas. En Navas vs Botta. Cuartos, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[3] Navas. En Navas vs Soen. Octavos. Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[4] Navas. En Navas vs Mr. Ego. 3º puesto, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[5] Navas. En Navas vs Botta. Cuartos, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[6] Navas. En Navas vs Mr. Ego. 3º puesto, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[7] Navas. En Navas vs Botta. Cuartos, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[8] Navas. En Navas vs Force. Semifinal, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[9] Navas. En Navas vs Botta. Cuartos, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[10] Navas. En Navas vs Soen. Octavos. Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[11] Navas. En Navas vs Soen. Octavos. Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[12] Navas. En Navas vs Force. Semifinal, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[13] Navas. En Navas vs Soen. Octavos. Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[14] Mr. Ego. En Navas vs Mr. Ego. 3º puesto, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[15] Mr. Ego. En Navas vs Mr. Ego. 3º puesto, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[16] Navas. En Navas vs Soen. Octavos. Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[17] Navas. En Navas vs Soen. Octavos. Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[18] Navas. En Navas vs Botta. Cuartos, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[19] Navas. En Navas vs Soen. Octavos. Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[20] Navas. En Navas vs Botta. Cuartos, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[21] Navas. En Navas vs Botta. Cuartos, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[22] Navas. En Navas vs Soen. Octavos. Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[23] Navas. En Navas vs Soen. Octavos. Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[24] Navas. En Navas vs Mr. Ego. 3º puesto, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[25] Navas. En Navas vs Mr. Ego. 3º puesto, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[26] Navas. En Navas vs Mr. Ego. 3º puesto, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[27] Navas. En Navas vs Mr. Ego. 3º puesto, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[28] Navas. En Navas vs Force. Semifinal, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[29] Navas. En Navas vs Soen. Octavos. Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[30] Navas. En Navas vs Force. Semifinal, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

[31] Navas. En Navas vs Mr. Ego. 3º puesto, Red Bull Batalla de gallos. Regional, Madrid. 2024.

Pozuelo Yvancos, J. M. (1988): La Neorretórica y los recursos del lenguaje literario, en Teoría del lenguaje literario. Madrid, Cátedra, 159-194

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