Etiqueta: sistema del mundo

febrero 20, 2021 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Cosmología aristotélica

«La incorruptibilidad de los astros indica su divinidad, y su movimiento circular es intrínseco a su naturaleza, ya que, desde que la memoria colectiva (histórica) alcanza a recordar, siempre se han mantenido así, por lo que podemos suponer que son distintos a la materia terrenal: «por más que se remite a una creencia humana; pues en todo tiempo transcurrido, de acuerdo con los recuerdos transmitidos de unos hombres a otros, nada parece haber cambiado, ni en el conjunto del último cielo, ni en ninguna de las partes que le son propias» (270b15). Hay, por lo tanto, una diferencia esencial, es decir, específica, entre la realidad del mundo supralunar y la del sublunar, ya que la Luna, por su evidente cercanía, es el objeto que separa los dos mundos».

noviembre 20, 2020 2 Por Alberto Buscató Vázquez

Sistema del mundo s. XX (I): Telescopio espacial

A principios del siglo XX, los telescopios terrestres se habían mejorado enormemente, hasta el punto de alcanzar el límite que la atmósfera impone. La conclusión era clara: necesitábamos un observatorio espacial. Y este requeriría, como mínimo un espectrómetro, aunque sería mejor que tuviese, al menos, un telescopio de diez pulgadas o, soñando a lo grande, uno de 200 o 600 pulgadas (entre cinco y diez metros), con el cual «un objeto en marte de una milla de radio [1,6 kilómetros] podría ser grabado claramente en oposición, mientras que en la luna un objeto de cincuenta pies [poco más de quince metros] podría ser detectado con radiación visible» (Spitzer, 1946). Surge así el proyecto del Hubble Space Telescope.

octubre 26, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

La nueva armonía

Estas leyes son tanto un desafío como una confirmación de que el universo es armónico. El desafío consiste en que Kepler plantea que las órbitas de los planetas son elípticas, mientras que la esfera y la circunferencia se consideran las figuras más perfectas y, por lo tanto, propias de las órbitas celestes. No obstante, son una confirmación de esta armonía porque plantean proporciones y relaciones entre distintas características (como el periodo orbital y la distancia a sus focos) universales y aplicables para todos los planetas.

octubre 2, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Galileo (II): los movimientos terrestres

Además de las observaciones de las irregularidades del cosmos, Galileo era un firme defensor de los movimientos terrestres, tanto del diurno como del anual, lo cual fue la principal razón por la que le prohibieron pronunciarse sobre este tema (y por la que escribió sus últimas obras en forma de diálogo). La defensa de estos movimientos es la mejor apología de una ciencia elegante a la par que objetiva, pues no está prácticamente basada en observaciones (excepción sea hecha respecto a las fases de Venus), sino en razonamientos y en la creencia en un sistema simple y armónico. De hecho, gran parte de una de sus mayores obras, Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo, sobre la cual Einstein decía que era «fundamento para cualquiera que esté interesado en la historia del espíritu de occidente y por su influencia en el desarrollo económico y político» (AE), está orientada a refutar los argumentos que se oponen al sistema copernicano, y es en gran medida teórica y con una gran carga subjetiva.

septiembre 26, 2020 9 Por Alberto Buscató Vázquez

Galileo (I): Las irregularidades del cosmos

Desde los orígenes de la humanidad, el cielo se ha observado a simple vista, descubriendo el movimiento de algunos planetas y de las estrellas, por no hablar del de la Luna o el Sol, definiendo constelaciones en la bóveda celeste… y creando una cosmología en base a estas observaciones en las que los astros parecen perfectos e incorruptibles, divinidades que surcan los cielos en órbitas absolutamente regulares. El propio Galileo estudió así el cielo durante muchos años, anotando el movimiento de los astros y estudiando los textos científicos y filosóficos al respecto, mostrando una clara predilección por el platonismo y el sistema copernicano que situaba al Sol en el centro de «todo», mientras que era contrario al aristotelismo y al escolasticismo, que había tenido su auge un par de siglos antes, para los cuales los astros eran seres incorruptibles

septiembre 18, 2020 6 Por Alberto Buscató Vázquez

El sistema de Copérnico

Copérnico plantea, no por primera vez, pero sí de manera definitiva, el sistema por el cual la Tierra, como el resto de planetas, se mueve alrededor del Sol, que se consideraría inmóvil en el centro del universo. Esta teoría era tremendamente revolucionaria, pues se oponía tanto a las autoridades intelectuales básicas del pensamiento occidental como a la cosmovisión cristiana por la que los hombres eran el centro del universo y estaban «abajo», con la materia, mientras que las divinidades incorruptibles estaban en lo más «alto» del cielo. Además, planteaba que la Tierra se movía a una gran velocidad, lo que es a todas luces contraintuitivo, pues no cuadra con la experiencia común. El propio Copérnico entendía que sus teorías iban «contra la opinión tradicional de los astrónomos y casi contra el sentido común». ¿Por qué proponer este sistema, entonces?

septiembre 11, 2020 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Sistema del mundo II: El giro copernicano

A partir de la segunda mitad del siglo XVI se precipita la aparición de toda una plétora de pensadores y astrónomos que en menos de un siglo cambiarán radicalmente nuestra forma de comprender el cosmos, hacia un paradigma basado en la sencillez y la elegancia que permite describir un universo relativamente ordenado con cierta facilidad. Este nuevo «sistema del mundo» está basado tanto en observaciones y datos como en principios filosóficos y creencias puramente ideológicas. De hecho, esta revolución comienza con el planteamiento de un nuevo sistema por parte de Copérnico, motivado por cuestiones en gran parte subjetivas (tales como la tranquilidad mental que produce); al poco tiempo Tycho Brahe realiza algunas observaciones a simple vista que dan indicios de veracidad a dicho sistema (aparece algo nuevo en el cielo); lo cual se ve potenciado a las pocas décadas, con la invención del telescopio por Galileo; y en medio siglo se desarrollan teorías científicas que no solo fundamentan este sistema, sino que permiten aplicarlo a la totalidad del cosmos, de la mano de Kepler y Newton.

agosto 28, 2020 3 Por Alberto Buscató Vázquez

Sistema del mundo (I): el cielo a simple vista

Desde los orígenes de la humanidad, el hombre ha observado el cielo a simple vista. Los observatorios astronómicos de las grandes ciudades antiguas no son más que estructuras que permiten sobreponerse a los accidentes geográficos propios de la ciudad (casas y árboles, básicamente) y, a lo sumo, alejarse de algún fuego cercano encendido sobre el suelo. En su parte superior se encuentran, o bien una estructura que protegiese directamente de los restos de luz que podría haber alrededor, o bien una superficie plana en la que tumbarse o en la cual reunirse con varios sabios para discutir sobre lo que se podía ver en el firmamento. Y, ¿qué es lo que se observa en el cielo a simple vista?