Etiqueta: generación

febrero 6, 2022 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Aristóteles (XVIII) – La diversidad de la vida

«Encontrar géneros en los que dividir a los seres vivos no parece nada fácil, debido a su inmensa diversidad y a la dificultad que presentan para ser ordenados o estudiados de alguna manera general. Estas dificultades muestran que el estudio de los seres vivos no es una ciencia exacta. Quizá por ello el maestro nunca pudo o nunca quiso estudiarla. No obstante, Aristóteles plantea una serie de géneros entre los animales observados. De todas formas, estos no son exhaustivos ni inamovibles, pero nos pueden servir como un acercamiento al estudio general de la naturaleza».

agosto 21, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Aristóteles (VIII) – El movimiento

«Todo movimiento tiene tres términos, a saber, un sustrato en el que se da dicha generación, una causa que lo produce y un fin hacia el cual se mueve desde un estado concreto [su forma, los contrarios]: «en todos los casos cambia algo, por la acción de algo, y hacia algo. Aquello por cuya acción cambia es lo primero que mueve. Lo que cambia es la materia. Aquello hacia lo cual cambia es la forma». Pero, ¿por qué se produce el movimiento? Es decir, ¿cuál es la causa del movimiento? Aristóteles recoge las causas que, inconsciente y asistemáticamente, han usado sus predecesores, dándoles un carácter sistémico, y las reduce a cuatro: material, formal, efectiva y final».

mayo 4, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Marx (VII): Generación de la plusvalía

«Una vez establecidos el sistema de producción y la circulación de mercancías, surge el sistema de producción capitalista. No obstante, si el capitalista vende una mercancía por lo que le cuesta comprar las materias primas, más las herramientas de trabajo, más la totalidad del valor que el trabajador introduce en cada mercancía a través de su trabajo, el beneficio sería exactamente cero: «el valor de la fuerza del trabajo y el valor que introduce durante su proceso de trabajo son dos cantidades diferentes». Por lo tanto, para que el capital pueda acumularse en las manos del capitalista, debe pagar al trabajador menos de lo que este produce: «El secreto de la revalorización propia del capital se resuelve en la disponibilidad de una cierta cantidad de trabajo externo no pagado»».