Etiqueta: galileo

octubre 2, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Galileo (II): los movimientos terrestres

Además de las observaciones de las irregularidades del cosmos, Galileo era un firme defensor de los movimientos terrestres, tanto del diurno como del anual, lo cual fue la principal razón por la que le prohibieron pronunciarse sobre este tema (y por la que escribió sus últimas obras en forma de diálogo). La defensa de estos movimientos es la mejor apología de una ciencia elegante a la par que objetiva, pues no está prácticamente basada en observaciones (excepción sea hecha respecto a las fases de Venus), sino en razonamientos y en la creencia en un sistema simple y armónico. De hecho, gran parte de una de sus mayores obras, Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo, sobre la cual Einstein decía que era «fundamento para cualquiera que esté interesado en la historia del espíritu de occidente y por su influencia en el desarrollo económico y político» (AE), está orientada a refutar los argumentos que se oponen al sistema copernicano, y es en gran medida teórica y con una gran carga subjetiva.

septiembre 26, 2020 9 Por Alberto Buscató Vázquez

Galileo (I): Las irregularidades del cosmos

Desde los orígenes de la humanidad, el cielo se ha observado a simple vista, descubriendo el movimiento de algunos planetas y de las estrellas, por no hablar del de la Luna o el Sol, definiendo constelaciones en la bóveda celeste… y creando una cosmología en base a estas observaciones en las que los astros parecen perfectos e incorruptibles, divinidades que surcan los cielos en órbitas absolutamente regulares. El propio Galileo estudió así el cielo durante muchos años, anotando el movimiento de los astros y estudiando los textos científicos y filosóficos al respecto, mostrando una clara predilección por el platonismo y el sistema copernicano que situaba al Sol en el centro de «todo», mientras que era contrario al aristotelismo y al escolasticismo, que había tenido su auge un par de siglos antes, para los cuales los astros eran seres incorruptibles

septiembre 11, 2020 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Sistema del mundo II: El giro copernicano

A partir de la segunda mitad del siglo XVI se precipita la aparición de toda una plétora de pensadores y astrónomos que en menos de un siglo cambiarán radicalmente nuestra forma de comprender el cosmos, hacia un paradigma basado en la sencillez y la elegancia que permite describir un universo relativamente ordenado con cierta facilidad. Este nuevo «sistema del mundo» está basado tanto en observaciones y datos como en principios filosóficos y creencias puramente ideológicas. De hecho, esta revolución comienza con el planteamiento de un nuevo sistema por parte de Copérnico, motivado por cuestiones en gran parte subjetivas (tales como la tranquilidad mental que produce); al poco tiempo Tycho Brahe realiza algunas observaciones a simple vista que dan indicios de veracidad a dicho sistema (aparece algo nuevo en el cielo); lo cual se ve potenciado a las pocas décadas, con la invención del telescopio por Galileo; y en medio siglo se desarrollan teorías científicas que no solo fundamentan este sistema, sino que permiten aplicarlo a la totalidad del cosmos, de la mano de Kepler y Newton.

junio 23, 2019 1 Por Alberto Buscató Vázquez

El Sol no es el centro de nada

Las teorías científicas constituyen la forma que tenemos de entender el mundo y, en ocasiones, son relativas a nuestros intereses o a nuestra capacidad para entenderlas. Prueba de ello es la disputa respecto al heliocentrismo y geocentrismo, es decir, la discusión sobre qué está en el centro de qué. Las respuestas que se dan al respecto nos permiten entender los sesgos científicos y culturales de los que somos presos y reflexionar sobre ellos nos hace ver hasta qué punto son ciertas determinadas teorías.

En cualquier libro de texto moderno se encontrará el Sol en el centro de un sistema que por ello lleva su nombre, alrededor del cual giran todos los planetas con órbitas elípticas. Los geocentristas, sin embargo, defendían que la Tierra estaba en el centro del sistema y que todo giraba a su alrededor. ¿Se equivocaban realmente?