Etiqueta: física

septiembre 24, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Aristóteles (XI) – La estructura del cosmos

«De estos movimientos naturales surge la estructura del universo, con un centro producido por la acumulación de la tierra (que tiende hacia él naturalmente): «al desplazarse las partículas de todos lados por igual desde los extremos hacia un único centro, la masa resultante será similar por todas partes». Además, «vemos que el cielo da vueltas en círculo», cuyo centro es la Tierra. De ahí que esta no se mueva y sea obvio «dar por supuesto que la tierra está quieta», porque es el punto central de una esfera en rotación».

septiembre 17, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Aristóteles (X) – Los elementos

«»La tierra es el elemento más grave, por lo que «subyace a todos», es decir, la encontramos en el suelo; mientras que el fuego es el elemento más leve, es decir, «el que se superpone a todos», por lo que tiende hacia arriba. Entre estos dos se encuentran el agua (menos grave que la tierra) y el aire (menos leve que el fuego), siendo el agua más grave que el aire, como muestra la experiencia más cotidiana: «el fuego y la tierra son los cuerpos extremos y más puros, mientras que el agua y el aire son los intermedios y más combinados»».

septiembre 10, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Aristóteles (IX) – Tiempo y espacio

El movimiento local se da siempre en un espacio y tiempo, por lo que «El físico tiene que estudiar el lugar» y el tiempo. El lugar es algo real y separado de los cuerpos, lo que demuestra «la sustitución de un cuerpo por otro», es decir, dado que dos cuerpos distintos pueden ocupar el mismo lugar, este no es una propiedad de los cuerpos ni es simplemente una apariencia producida por la presencia o ausencia de estos, sino algo en sí mismo. En segundo lugar, hay que estudiar qué es el tiempo. Esta es una noción «oscura y difícil de captar», ya que tampoco se percibe directamente, pero se puede advertir de manera mediada, es decir, por el movimiento se da en él: «Percibimos el tiempo junto con el movimiento». Por lo tanto, se puede medir, aunque también indirectamente, pues no se mide el tiempo en sí, sino el movimiento: lo que tarda un objeto en recorrer una determinada cantidad de espacio. De hecho, «el tiempo es continuo por ser continuo el movimiento».

agosto 21, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Aristóteles (VIII) – El movimiento

«Todo movimiento tiene tres términos, a saber, un sustrato en el que se da dicha generación, una causa que lo produce y un fin hacia el cual se mueve desde un estado concreto [su forma, los contrarios]: «en todos los casos cambia algo, por la acción de algo, y hacia algo. Aquello por cuya acción cambia es lo primero que mueve. Lo que cambia es la materia. Aquello hacia lo cual cambia es la forma». Pero, ¿por qué se produce el movimiento? Es decir, ¿cuál es la causa del movimiento? Aristóteles recoge las causas que, inconsciente y asistemáticamente, han usado sus predecesores, dándoles un carácter sistémico, y las reduce a cuatro: material, formal, efectiva y final».

agosto 14, 2021 4 Por Alberto Buscató Vázquez

Aristóteles (VII) – Principios físicos

«Tras establecer los fundamentos de la lógica, Aristóteles aplica este método a la física. Filósofos anteriores habían reflexionado sobre cuál era el primer principio material de la naturaleza, si el agua o el fuego, el aliento primitivo o el número… Pero no había una clara discusión sobre el movimiento (al menos de manera cualitativa). De hecho, había una tradición de negarlo. Parménides defendía que el mundo era uno (pues el ser es absoluto, ya que todo lo que no engloba es «no ser», por lo tanto no es), donde el movimiento no se podía dar: moverse del ser al ser no sería moverse; del no ser al ser, no sería posible; y del ser al no ser no sería: «lo generado tendría que llegar a ser o del ser o del no-ser, pero ambas alternativas son imposibles; porque de lo que es no puede llegar a ser, puesto que ya es, y de lo que no es nada puede llegar a ser, puesto que tendría que haber algo subyacente. Y así, extremando las consecuencias inmediatas, llegaron a afirmar que no existe la multiplicidad, sino solo el Ser mismo». Incluso su discípulo Zenón había planteado varias paradojas del movimiento con la intención de negarlo».

enero 30, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Teoría general de la relatividad

¿Qué ocurriría si emitiésemos un rayo de luz desde esta habitación uniformemente acelerada en perpendicular a la dirección del movimiento? Este se distanciaría a la velocidad de la luz de la habitación pero, además, la habitación se alejaría perpendicularmente de esta trayectoria. Es decir, la luz aparecería curvada en relación a la habitación. ¿Y si un rayo de luz se moviese en la dirección del movimiento de la habitación? Cuanto más tiempo estuviésemos siendo acelerados, más nos acercaríamos a la velocidad de la luz, pero esta seguiría alejándose a la misma velocidad, lo que se resuelve con una distorsión del espacio-tiempo. Y, dado que esta situación es análoga (incluso indistinguible) a lo que ocurre en un campo gravitatorio, encontramos que «los rayos de luz se propagan generalmente de manera curva en un campo gravitatorio» (RT, II: 22). Y si curva la luz, curva el espacio-tiempo.

diciembre 27, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

El descubrimiento de la luz (II): velocidad

Independientemente de la precisión de este resultado, mostró que la velocidad de la luz no era infinita, y fomentó la investigación de la luz a distintos niveles, incluyendo la influencia del medio en el que la luz se debía mover, sobre dicho movimiento. Pero el resultado fue negativo. No se percibía ninguna interacción, como si la luz se moviese al margen del éter luminoso. Más tarde De Sitter muestra en base a la observación de sistemas dobles espectroscópicos de estrellas, que la velocidad de propagación de la luz no dependía de la velocidad del cuerpo que la emitía y las teorías de Lorentz sobre el electromagnetismo y la óptica muestra que la velocidad de la luz en el vacío siempre es la misma, independientemente del sistema de referencia. Estos fenómenos no quedarían explicados hasta la teoría de la relatividad de Einstein y, por lo tanto, la justifican.

noviembre 6, 2020 3 Por Alberto Buscató Vázquez

Isaac Newton (II): La gravedad universal

Al calcular el valor de esa fuerza para la Luna respecto a la Tierra, obtuvo que esta recorrería 15 1⁄12 pies parisinos en un minuto y «con esa fuerza descienden de hecho los graves en la Tierra» (P, libro III: proposición IV). Y voilá. […] Esto implica que la fuerza que mantiene al universo cohesionado no es, por lo tanto, la naturaleza del éter ni el movimiento propio de los cuerpos celestes ni una mente cósmica, sino la fuerza de la gravedad, es decir, la que se usaba para hacer referencia a la caída de los cuerpos (los graves) en la superficie terrestre: «ambas fuerzas, estas de los cuerpos graves y aquellas de las lunas, [tienden] al centro de la Tierra y [son] semejantes entre ellas [… por lo que] tendrán la misma causa» (P, libro III: proposición IV). De hecho, esta fuerza había sido llamada centrípeta durante todo el libro (es decir, la que haría que los planetas se dirijan hacia el centro de otros cuerpos celestes), pero ahora se ha descubierto que esta fuerza es la de la gravedad, que explica tanto la caída de los objetos sobre la superficie terrestre como el movimiento de los cuerpos celestes en el espacio. Nace un nuevo sistema del mundo.

octubre 31, 2020 4 Por Alberto Buscató Vázquez

Isaac Newton (I): Las leyes del movimiento

En su obra principal, Principios matemáticos de la filosofía natural (Philosophiæ naturalis principia mathematica), Newton explica los fundamentos de la mecánica, una ciencia capaz de estudiar los movimientos de los cuerpos de forma precisa y concreta, gracias al desarrollo del cálculo diferencial, unificando así los movimientos planetarios y los terrestres y creando, por lo tanto, un sistema del mundo en base a la teoría de la gravedad. Además de explicar toda una serie de fenómenos desconocidos por el momento (como las mareas o, parcialmente, la precesión de la Luna), ejemplifica una nueva forma de hacer ciencia, ya que en este texto se encuentran tanto los fundamentos de gran parte de la física y la ciencia en general, como las concepciones filosóficas y religiosas particulares del autor.