Etiqueta: filosofía

julio 16, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Aristóteles (III): El organon – Términos

«Aristóteles ha estado veinte años discutiendo y asistiendo a discusiones de los mayores filósofos del momento, que desde toda Grecia se dirigían hacia la academia platónica para conocer y debatir las teorías del maestro. Aquí observaría que hay una serie de formas comunes a la hora de ejercitar la dialéctica, es decir, en los debates habituales de estos pensadores, sean estas correctas, falsas o incluso malintencionadas. Sin embargo, la dialéctica en la academia se aprendía haciéndola o viendo como los sabios la ejercían, ya que esta era un ejercicio cuyo fin era orientar al estudiante hacia el bien a través de la práctica del debate intelectual, por lo que no tenía un tratamiento de ciencia en sí misma. Al fin y al cabo, para Platón la filosofía era una práctica personal, que cada uno tenía que realizar. Aristóteles recoge toda esta experiencia y la ordena, dando lugar a una ciencia del pensamiento, a la primera (y única) lógica occidental: «no es que una parte estuviera previamente elaborada y otra no, sino que no había nada en absoluto» (RS 183b35)».

julio 10, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Aristóteles (II): Periodo académico – Eudemo

«Durante dos décadas, Aristóteles estudiaría las teorías del maestro y entraría en contacto con otros grandes discípulos, como Xenócrates o Espeusipo, así como con sabios de toda Grecia que llegaban a la Academia a discutir con Platón (como es el caso de Eudoxo y sus discípulos, que se produjo poco después de la llegada de Aristóteles). Así, estudiaría y debatiría la teoría platónica de las ideas; escucharía de la boca del maestro las «doctrinas ocultas» solo accesibles a los estudiantes o, mejor dicho (pues la Academia era un espacio público) no divulgadas a través de un diálogo generalista; se ejercitaría en la dialéctica y en las infinitas discusiones matemáticas, como técnicas para alcanzar el bien; y se ejercitaría en el tan limitado método de la división».

mayo 31, 2021 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Marx (XIII): Comunismo

«El capital ha pasado a controlar todos los fenómenos de la vida moderna, incluyendo las relaciones internacionales, las dinámicas de desarrollo histórico y hasta la propia vida de sus individuos, oprimiendo principalmente al proletariado, pero también a la clase dominante: la burguesía. Sin embargo, de las propias dinámicas del sistema de producción capitalista surgen las causas de su propia extinción: las crisis cíclicas y el hartazgo del proletariado, que terminarán con este sistema para volver a la cooperatividad del trabajo y establecer la igualdad entre seres humanos. Aquí surge el comunismo, de la extrema situación en la que se encuentran los trabajadores en las fábricas, incluyendo mujeres (que antes no trabajaban en ellas) y niños, que se veían obligados a realizar jornadas laborales de más de 16 horas con muy malas condiciones de trabajo, que llegaban a acortar notablemente sus vidas».

mayo 4, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Marx (VII): Generación de la plusvalía

«Una vez establecidos el sistema de producción y la circulación de mercancías, surge el sistema de producción capitalista. No obstante, si el capitalista vende una mercancía por lo que le cuesta comprar las materias primas, más las herramientas de trabajo, más la totalidad del valor que el trabajador introduce en cada mercancía a través de su trabajo, el beneficio sería exactamente cero: «el valor de la fuerza del trabajo y el valor que introduce durante su proceso de trabajo son dos cantidades diferentes». Por lo tanto, para que el capital pueda acumularse en las manos del capitalista, debe pagar al trabajador menos de lo que este produce: «El secreto de la revalorización propia del capital se resuelve en la disponibilidad de una cierta cantidad de trabajo externo no pagado»».

abril 20, 2021 2 Por Alberto Buscató Vázquez

Marx (IV): El valor de uso y el dinero

«Como tal, el dinero no tiene por qué transformarse de manera inmediata en ninguna otra mercancía ni tiene por qué saciar ninguna necesidad humana de ningún tipo. Por primera vez el capital aparece de manera cuantitativa, ideal, indiferente al valor de uso. Este dinero se puede acumular, y esta acumulación no tiene límites: «El impulso de creación de riqueza es por naturaleza desmedido» (K-1.1.3). Nunca hay suficiente, por muy grande que sea la riqueza acumulada, hasta el punto de que esta pasa a estar completamente desvinculada de la satisfacción de las necesidades. El dinero pasa a acumularse por el bien de la propia acumulación: «como fanático del aprovechamiento del valor, obliga sin miramientos a la humanidad a la producción por la producción misma» (K-1.7.22)».

abril 11, 2021 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Marx (I): La ideología alemana

«Tanto la historia general de la humanidad como la historia de cada individuo no está determinada por unas reglas abstractas y teóricas de un supuesto espíritu universal que pareciera regir el mundo desde ninguna parte. Al contrario, las épocas históricas que constituyen el desarrollo social, pero también el rango de acción individual, están determinadas por las condiciones materiales: el acceso a un metal como el hierro, el descubrimiento de la pólvora, la capacidad de comprar –o no– un martillo… Por eso Marx decía que «los filósofos únicamente han interpretado el mundo de maneras diferentes, ahora se trata de cambiarlo». Y la sociedad presente está completamente determinada por el surgimiento de la industria, el desarrollo del sistema de producción capitalista y el dominio de la sociedad burguesa».

febrero 20, 2021 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Cosmología aristotélica

«La incorruptibilidad de los astros indica su divinidad, y su movimiento circular es intrínseco a su naturaleza, ya que, desde que la memoria colectiva (histórica) alcanza a recordar, siempre se han mantenido así, por lo que podemos suponer que son distintos a la materia terrenal: «por más que se remite a una creencia humana; pues en todo tiempo transcurrido, de acuerdo con los recuerdos transmitidos de unos hombres a otros, nada parece haber cambiado, ni en el conjunto del último cielo, ni en ninguna de las partes que le son propias» (270b15). Hay, por lo tanto, una diferencia esencial, es decir, específica, entre la realidad del mundo supralunar y la del sublunar, ya que la Luna, por su evidente cercanía, es el objeto que separa los dos mundos».

octubre 19, 2020 2 Por Alberto Buscató Vázquez

El infinito en lo pequeño

Con el uso de lentes para ampliar los objetos, el mundo creció ante nuestros ojos. El telescopio nos permitió conocer la grandeza del universo, pero con la invención del microscopio, este se hizo infinitamente pequeño. Esto es lo que recoge Robert Hooke en Micrographia, donde se exponen las observaciones realizadas con el microscopio por primera vez, en la que se pueden encontrar «algunas de las últimas cosas visibles a la vista». Y, además, una clara exposición pre-newtoniana de la universalidad de la gravedad.

octubre 9, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

La nueva estrella

La aparición de esta estrella y su documentación por un pensador europeo marca simbólicamente un punto importante en la historia de la humanidad, que durante varios siglos anteriores había sido desarrollada por el mundo árabe. Tycho Brahe no sabría que este siglo vería nacer a Cervantes, a Galileo, a Rubens, a Descartes; así como la muerte de Miguel Ángel, Lutero o Maquiavelo; vería el fin del Renacimiento y el inicio de la Revolución científica, la construcción del Monasterio del Escorial y la celebración del Concilio de Trento, el inicio de los grandes (y colonizadores) imperios europeos… Esa nueva estrella que aparecía en el cielo marcaba, quizás, el florecimiento de una de las culturas más ricas de la historia de la humanidad que se desarrollaría durante los próximos siglos dando lugar a personalidades como Newton, Hegel, Darwin, Chejov, Chopin, Picasso, Einstein… una civilización que colonizaría otros planetas y que escudriñaría el espacio para entender (y ver en detalle) lo que Tycho Brahe observó en su momento.

octubre 2, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Galileo (II): los movimientos terrestres

Además de las observaciones de las irregularidades del cosmos, Galileo era un firme defensor de los movimientos terrestres, tanto del diurno como del anual, lo cual fue la principal razón por la que le prohibieron pronunciarse sobre este tema (y por la que escribió sus últimas obras en forma de diálogo). La defensa de estos movimientos es la mejor apología de una ciencia elegante a la par que objetiva, pues no está prácticamente basada en observaciones (excepción sea hecha respecto a las fases de Venus), sino en razonamientos y en la creencia en un sistema simple y armónico. De hecho, gran parte de una de sus mayores obras, Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo, sobre la cual Einstein decía que era «fundamento para cualquiera que esté interesado en la historia del espíritu de occidente y por su influencia en el desarrollo económico y político» (AE), está orientada a refutar los argumentos que se oponen al sistema copernicano, y es en gran medida teórica y con una gran carga subjetiva.