Etiqueta: Crítica a la economía política

abril 20, 2021 2 Por Alberto Buscató Vázquez

Marx (IV): El valor de uso y el dinero

«Como tal, el dinero no tiene por qué transformarse de manera inmediata en ninguna otra mercancía ni tiene por qué saciar ninguna necesidad humana de ningún tipo. Por primera vez el capital aparece de manera cuantitativa, ideal, indiferente al valor de uso. Este dinero se puede acumular, y esta acumulación no tiene límites: «El impulso de creación de riqueza es por naturaleza desmedido» (K-1.1.3). Nunca hay suficiente, por muy grande que sea la riqueza acumulada, hasta el punto de que esta pasa a estar completamente desvinculada de la satisfacción de las necesidades. El dinero pasa a acumularse por el bien de la propia acumulación: «como fanático del aprovechamiento del valor, obliga sin miramientos a la humanidad a la producción por la producción misma» (K-1.7.22)».

abril 17, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Marx (III): Crítica a la economía política

«El capital es una fuerza que busca reproducirse, extenderse, crecer. Es la capacidad productiva del dinero, pero supera los límites de este, que es solo un contenedor en el que el capital se realiza temporalmente. El capital también está en las mercancías, en los métodos de producción, en los trabajadores, en los créditos, en las deudas… Incluso en los propios capitalistas, quienes también son víctimas (aunque últimas) del sistema. El capital genera todas las estructuras necesarias para su producción y reproducción, y es capaz de modificar completamente la estructura de la sociedad para adaptarla a las clases sociales que permiten su desarrollo, cambiando la concepción cultural completa de todos los pueblos que abarca. Y los abarca a todos, pues organiza el mundo entero de tal manera que cada parte sirva para el propósito general de expandirse. Todo con el único fin de seguir creciendo, como haría cualquier organismo. Y bajo el último escalón de esta organización mundial (aunque, quizás, inconsciente), se encuentran los seres humanos. Prácticamente todos ellos sufren las consecuencias de los métodos de desarrollo de este capital, que pasan por la crisis social, la precariedad personal y la destrucción cultural».