Etiqueta: ciencia

agosto 6, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Aristóteles (VI) – El conocimiento científico

«No toda conclusión puede provenir de unas premisas anteriores, por lo que debe haber unos principios indemostrables por definición: «es necesario también que la ciencia demostrativa se base en cosas verdaderas, primeras, inmediatas, más conocidas, anteriores y causales respecto de la conclusión». De hecho, el conocimiento de estos constituye la más alta sabiduría: «Es, en efecto, ignorancia el desconocer de qué cosas es preciso y de qué cosas no es preciso buscar una demostración. Y es que, en suma, es imposible que haya demostración de todas las cosas», por lo que «el principio de la razón no es la razón sino algo superior». De ahí la utilización de la palabra «principio», que implica su indemostrabilidad: «Llamo principios, en cada género, a aquellos que no cabe demostrar que son […] los principios es necesario darlos por supuestos, y las demás cosas, demostrarlas», por eso son inmediatos, pues no pueden deribarse (no están mediados) a partir de premisas anteriores (por eso son, literalmente, «principios»): «El principio es una proposición inmediata de la demostración, y es inmediata aquella respecto a la que no hay otra anterior […] no es posible demostrar»».

noviembre 10, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

El descubrimiento de la luz (I): Naturaleza

El estudio serio de la luz comienza con un sencillo experimento de Newton con el cual consigue difractar un rayo de luz en sus distintos colores. Cuando William Herschel intentó medir el calor que producen estos colores, descubrió que había «luz» que no veíamos, más allá del rojo. El Sol produce radiación capaz de ser vista por nuestros ojos y otra, de la misma naturaleza (pues es igualmente refractable, aunque en menor grado que el color rojo –igual que este lo es en menor grado que el violeta–) capaz de producir el calor. Y esto implica que deben de tener la misma causa y naturaleza, o, dicho de otra forma, la luz visible y el calor son lo mismo, aunque nosotros (los seres humanos) los percibamos en base a distintos sentidos (la vista y el tacto respectivamente), lo que hace que nos parezcan distintos. Comenzábamos a profundizar en los secretos invisibles de la luz.

octubre 19, 2020 2 Por Alberto Buscató Vázquez

El infinito en lo pequeño

Con el uso de lentes para ampliar los objetos, el mundo creció ante nuestros ojos. El telescopio nos permitió conocer la grandeza del universo, pero con la invención del microscopio, este se hizo infinitamente pequeño. Esto es lo que recoge Robert Hooke en Micrographia, donde se exponen las observaciones realizadas con el microscopio por primera vez, en la que se pueden encontrar «algunas de las últimas cosas visibles a la vista». Y, además, una clara exposición pre-newtoniana de la universalidad de la gravedad.

octubre 2, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Galileo (II): los movimientos terrestres

Además de las observaciones de las irregularidades del cosmos, Galileo era un firme defensor de los movimientos terrestres, tanto del diurno como del anual, lo cual fue la principal razón por la que le prohibieron pronunciarse sobre este tema (y por la que escribió sus últimas obras en forma de diálogo). La defensa de estos movimientos es la mejor apología de una ciencia elegante a la par que objetiva, pues no está prácticamente basada en observaciones (excepción sea hecha respecto a las fases de Venus), sino en razonamientos y en la creencia en un sistema simple y armónico. De hecho, gran parte de una de sus mayores obras, Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo, sobre la cual Einstein decía que era «fundamento para cualquiera que esté interesado en la historia del espíritu de occidente y por su influencia en el desarrollo económico y político» (AE), está orientada a refutar los argumentos que se oponen al sistema copernicano, y es en gran medida teórica y con una gran carga subjetiva.

marzo 11, 2020 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Más ciervo y menos león

     La cuestión es, a parte de interpretaciones biológicas cuyo valor es meramente simbólico, qué sociedad queremos ser, especialmente en este momento de nuestra historia. Ahora tenemos la capacidad y la responsabilidad de reflexionar sobre qué futuro vamos a construir, cómo comportarnos con otros pueblos y culturas, tenemos el desarrollo tecnológico suficiente para intercambiar ideas y experiencias, somos más conscientes que nunca de las consecuencias de las guerras pasadas y de los desastres que traerían las guerras futuras… ¿Qué sentido tiene seguir afilando nuestras garras en un mundo globalizado donde la paz eterna es el objetivo? Más ciervo y menos león.