enero 13, 2019 0 Por Alberto Buscató Vázquez

¿Un chiste? No, gracias

Son poco más de las siete y media de la tarde cuando llaman a la puerta de mi habitación. Uno de mis compañeros de piso me invita a unirme a ellos a echar una partida a la consola de turno: Halo time? A veces me sumo, más por pasar un rato con ellos que por el interés en la partida, pero cada vez me cuesta más. No porque los videojuegos hayan dejado de gustarme, sino porque cada vez los veo menos con los ojos del niño inocente que siempre he sido. Sorry, still have to write something.

Vivimos inmersos en la cultura del entretenimiento …

diciembre 16, 2018 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Cinco falsas ideas de nuestra cultura

¿Cuántos continentes hay? ¿Cuántos colores? ¿En qué época histórica estamos? ¿Estás seguro? Las diferencias culturales son tan marcadas que afectan incluso a las ideas más básicas del día a día. Las onomatopeyas que usamos, el concepto de país o el de continente, los colores que vemos o la división de la historia son artefactos humanos que estructuran la realidad, explicándola de una forma determinada. Siendo, quizás, poco más que anécdotas, nos hacen ver cómo la cultura es una forma (entre tantas otras) de entender el mundo. Cada una de estas formas tiene ventajas e inconvenientes, pero es importante entender cada cultura bajo sus propios conceptos. Veamos algunas de estas ideas.

diciembre 11, 2018 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Parte VII: El desierto del Thar

No sé qué hora sería. Llevábamos ya un buen rato durmiendo, eso seguro. Nos despertamos con los ladridos de más de una docena de perros que, a nuestro alrededor, aullaban y ladraban como locos. Estaban hambrientos. Los aullidos atraían a más perros, mientras el guía los espantaba con un palo sin levantarse de la cama por el frío y la pereza. Me tranquilizó verle así, pues no debía de considerarlos una gran amenaza. Menos mal que éramos cuatro adultos, un niño y sendos camellos, porque si no nos habrían comido… Si llego a estar solo, me comen. Sin duda… Menos mal que no me adentré solo en el desierto, porque no habría salido de él. Eso sí, a esta hora las estrellas, incluyendo la vía láctea, se veían de maravilla.

diciembre 9, 2018 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Parte VI: Rajastán, hogar de maharajás y maharajinas

Historias del Rajastán: El sati, o sacrificio de las viudas, es un ritual por el cual la mujer (viva) de un hombre fallecido se arrojaba a las llamas de la cremación de este, para morir con él. Normalmente, ingerían drogas para soportar el dolor y facilitarles tomar la decisión y, en ocasiones, se dice que la droga servía para obligarla a cometer el suicidio. Era propio del Rajastán, que siempre ha sido tierra de guerreros, cuyas muertes eran por ello frecuentes.

diciembre 9, 2018 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Parte V: Kolkata, la ciudad de la alegría

Un hombre afeita a otro a navaja en la calle, sentados sobre sendos taburetes de madera; otro va sin camiseta, con una toalla al cuello y una pastilla de jabón en la mano para ducharse en la fuente más cercana; un tercero se lava los dientes en medio de la carretera, escupiendo la espuma en una boca de alcantarilla; más allá, una mujer lava la ropa con ayuda de un pequeño barreño, frotando los saris contra el asfalto, mientras que otra friega los cacharros de la cena de ayer, para usarlos en el desayuno. Los tenderos empiezan a colocar el género a la vista, los que no llevan ya varias horas sirviendo tés o zumos de azúcar o fruta variada. Uno de ellos pela granadas una a una echando los granos en un gran barreño a sus pies, otro espera tranquilamente con un machete de gran tamaño al lado de un bloque de hielo de unos dos metros de largo, dos de ancho y unos treinta centímetros de alto a que alguien le pida un par de kilos para refrescar cualquier cosa, los carniceros (árabes) hacen volar los cuchillos con destreza y el aire de las inmediaciones del bazar se impregna de un olor a óxido denso y penetrante. Kolkata despierta.

diciembre 9, 2018 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Me llamo Muhammad y vengo de Siria

Ocurrió hace un par de semanas, cuando vino un amigo a visitarme a la pequeña ciudad en la que vivo actualmente, al norte de Alemania. Trajo una botella de vodka del pueblo donde “estudia” su Eramus (en Polonia) y me convenció para salir a dar una vuelta por la noche. “Hoy va a pasaralgo… extraño, ya lo verás”, profetizó mientras cogíamos la botella de Soplica. Fuimos a un parque en el centro de Osnabrück a tomarnos una copa, ya que, como digo siempre, a partes iguales entre la broma y la convicción: “Alemania es un país libre: se puede beber fuera y fumar dentro.” Y entonces, le vimos acercarse a nosotros.

diciembre 2, 2018 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Lo que no se dice sobre la libertad de expresión

Y esta es la tesis principal de este artículo: el debate acerca de la libertad de expresión no es más que otro ejemplo de batalla ideológica disfrazada tras una falsa discusión. No hay una lucha entre los defensores de la libertad de expresión y los defensores de la censura, sino entre grupos sociales definidos ideológicamente que solo buscan defenderse a sí mismos, haciendo del valor de la libertad un campo de batalla para su lucha ideológica particular.

diciembre 2, 2018 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Parte IV: Varanasi, la ciudad más sagrada del mundo

“Callejuelas estrechas, serpenteantes, pavimentadas con viejas piedras de río que brillaban de una pátina producida por los pies de innumerables generaciones de peregrinos atravesaban el corazón de la ciudad. Una ciudad donde las vacas tenían preferencia desde el alba de los tiempos, y que recorrían santones con el cuerpo cubierto de ceniza y el cabello enmarañado, campesinos recién casados con sus mujeres del brazo, abuelas con sus nietos y ancianos que venían de muy lejos para llegar al templo de Vishwanath, el señor del Universo. Una ciudad considerada el lugar más sagrado del mundo por los fieles hindúes”

noviembre 18, 2018 2 Por Alberto Buscató Vázquez

Parte III: Agra, la ciudad monumental

Con un cincuenta por ciento de población árabe, la diferencia entra Agra y Rishikesh salta a la vista. Turbantes y saris dan lugar al típico fez árabe, chilabas y niqabs; los bindi y talika desaparecen, dejando la frente limpia y sin marcar el tercer chacra; las mezquitas empiezan a copar el terreno; los puestos de comida empiezan a surtirse de carne (incluyendo la de vaca) y los maestros hindús que solían deambular por las calles son reemplazados por imames árabes que se ocultan en lo más profundo de las mezquitas, esas que los no musulmanes no podemos pisar, a estudiar el Corán.