¿Qué carajos son las batallas escritas?

¿Qué carajos son las batallas escritas?






¿Qué carajos son las batallas escritas?


Las batallas de rap escritas son los espectáculos verbales más duros, impresionantes, mágicos y divertidos que hay en el panorama del rap hispano. A diferencia de las batallas improvisadas, donde lo que cuenta es la espontaneidad de lo que se dice, en este tipo de batallas está todo escrito de antemano. ¿Dónde está la gracia, entonces? En todas partes. Los participantes saben a quién se enfrentan con meses de antelación y preparan unos versos específicamente contra él, analizando sus discos, sus batallas anteriores, sus vidas privadas, sus errores cometidos en público… Así, crean entre dos y tres intervenciones de varios minutos para demostrar su habilidad y humillar al rival.

Cuando ves una batalla de gallos escrita no sabes qué te vas a encontrar. Lo mismo sube al escenario un tío vestido de cuero con una máscara de lucha libre mexicana (el conocido como Ill máscaras); lo mismo tu rival te suelta sus barras a la vez que se marca un beatbox (como hizo Gino contra Zodiako RDK); o sacan un imitador tuyo al escenario (como el falso Proof de Gino y RC) o a un fan violento y cabreado porque hace años no te quisiste hacer una foto con él (ver Eptos vs. MCklopedia); o tu rival te reta a tirarte unos minutos improvisados (como le hizo Piezas a Hadrian) o a rimar en inglés o en náhuatl (como Ill máscaras contra Eptos); o rebuscan en tu pasado más oscuro y lo exponen públicamente, humillándote ante tus (hasta ahora) seguidores (como hace el Muelas contra Eric el niño). O vete tú a saber qué.

Pero sí hay una serie de elementos que siempre están presentes en este tipo de batallas. En primer lugar, unos niveles de testosterona elevadísimos, más propios de antiguos gladiadores de provincias que de refinados poetas del siglo XXI, tanto en los hombres (véase Grave vs. Tkilla) como en las mujeres que participan en ellas (véase este recopilatorio). Son competiciones duras, muy agresivas (verbalmente hablando, casi siempre…), donde el beef (o los diss) entre unos y otros está a la orden del día. Es habitual que en una ronda uno de los competidores se refiera a cinco o seis rivales con los que tiene alguna pendiente (como Sipo en la primera ronda contra Aczino) o que cuando uno se presente mande recuerdos a algún familiar del contrincante (como Faruz Feet saludando a la madre del Narra).

También es normal que los competidores saquen temas exclusivamente dedicados a criticar a uno de sus rivales pasados o futuros (Tiradera a Eptos, El dentista, El Grizzly, etc.). De hecho, algunas competiciones como Línea dieciséis son famosas por juntar a rivales que o bien tienen problemas personales entre ellos (como Eric el niño con el Muelas, o el Grave con el Muelas, o Eptos con el Muelas…) o ideologías radicalmente contrarias (como Chili Parker y Arkano). En una palabra: hardcore, lo cual quizás haya sido la razón por la que han triunfado especialmente en México.

Otro de los elementos que está siempre presente en este tipo de batallas son unos recursos lingüísticos de gran complejidad que no se encuentran en muchas ocasiones en los sesudos manuales de figuras retóricas de otros ámbitos como la poesía clásica (doy fe). Entre ellos, nunca faltan los esquemas o las repeticiones morfológicas, así como las llamadas gun bars y las reformulaciones semántico-sintácticas. ¿Las qué? Vamos a ver estos dos últimos en detalle, para apreciar este tipo de competiciones y lo desarrolladas que están a nivel lingüístico.

Las gun bars

Las gun bars (literalmente versos pistola o barras de ataque) son la guinda del pastel en todas las batallas escritas, ya que siempre aparecen frecuentemente en estas, habiendo autores que defienden que estas competiciones consisten en usar estas figuras y lo demás son… tonterías. Son un recurso muy elaborado a nivel semántico (es decir, juegan con lo que las palabras significan) y no ocupan más de uno o dos versos. Veamos un ejemplo de Aczino quien, criticando la actitud hipócrita de Sharlie Mac respecto al uso de armas de fuego, le dice:

Eso de sus pistolas es pura mierda.
La única vez que tuvo una mágnum
en sus manos era de almendras.
1

Así, el peligroso revólver de nueve milímetros se transforma en un helado inofensivo en las manos del rival. Las gun bars juegan tanto con el doble sentido de las palabras como con los contextos en los que estas se expresan: uno de estos significados se refiere al rival y le ofende, mientras que el otro sirve como metáfora en un contexto ajeno. Hasta ahí podría parecer un tipo de metonimia, una figura sobradamente conocida en poesía, en tanto que hacen referencia a un término utilizando otro con el que guarda una relación.

Sin embargo, las gun bars van más allá, ya que hacen uso de dos contextos diferentes para jugar con dichos significados. Uno de estos contextos es la propia batalla escrita, el contexto ofensivo, en la que todo lo que se dice busca ofender al rival. Por ejemplo: “dices que tienes un revólver mágnum en tus manos y es mentira”. El otro es un contexto neutro, en el que la frase no tendría ni intención de ofender ni mayor trascendencia. Por ejemplo: “tienes un helado magnum en las manos”. Este segundo contexto es el que se utiliza para expresar una idea, es el contexto verbal, lo que se dice propiamente hablando.

Pero, sutilmente, el contexto neutro hace referencia al contexto ofensivo, es decir, una frase que por sí misma no es ofensiva usa una palabra que, en el contexto de la batalla escrita, sí ataca al rival. Con otras palabras, se crea toda una estructura verbal en la cual uno de los términos que se utiliza tiene una acepción según la cual, en el contexto de la competición, se convierte en una crítica al rival. Veamos otro ejemplo:

Un cadete no dura
ni tres segundos aquí afuera
sin saber qué es lo que hace.
Y si te veo tan segura
que estás en guerra solo es porque
siempre estás fuera de la base.
2

Los soldados que están fuera de la base son los que están en guerra (si no, estarían dentro de esta, descansando). Ahora bien, ¿qué sentido tiene hablar de soldados en una competición verbal? Evidentemente, la expresión “estar fuera de la base” hace referencia a la incapacidad de su rival de clavar las rimas sobre la caja. La palabra ‘base’ aquí significa tanto ‘cuartel’ como ‘instrumental’. La rapera se quiere referir a esta segunda acepción de la palabra ‘base’, pero utiliza este término en un contexto donde claramente está haciendo referencia a esa primera acepción. Los soldados están en un cuartel, no en una instrumental, pero la rival está fuera de la instrumental, no del cuartel. Gun bar!

Un último ejemplo lo encontramos en Grave, quien en lugar de decir de su rival que es un drogadicto, a secas, prefiere hacer una suerte de gun bars doble, diciendo:

Eso fue lo que me cagó la madre
de escucharte burlarte del Tanque y de su consumo.
Si tú también estuviste clavado en la piedra por mucho tiempo,
como la espada del rey Arturo.
3

‘Piedra’ en este contexto significa tanto ‘roca’ o elemento natural del paisaje, como ‘cocaína’, mientras que ‘estar clavado’ significa, por un lado, ‘permanecer insertado’ y, por otro, ‘estar enganchado’ o ‘ser dependiente’. El rival de Grave está ‘enganchado’ a la ‘cocaína’ como la espada del rey Arturo está ‘insertada’ en la ‘piedra’. Gun bar!

Reformulaciones semántico-sintácticas

Con este nombre tan rimbombante, quiero referirme a lo siguiente:

No estás listo pa lo que viene.
La depre da dolor cuando tu ex
termina dormida con el co-mando
de la Never.
Dije:
soy el depredador;
tu exterminador.
No se mida con el comando,
¡soy Arnold Schwarzenegger!4

Esta figura juega con los constituyentes de las palabras para, usando las mismas sílabas, pero en distintos contextos y juntándolas en otro orden, crear nuevas palabras y así cambiar el significado. Es parecido al calambur, en tanto que se forman palabras distintas con los mismos elementos, pero mucho más elaborado, ya que la segunda parte es tanto una reestructuración sintáctica de los constituyentes de la primera, como una reformulación semántica. Es decir, el sentido de la segunda parte de la estructura es completamente distinto al de la primera y suele plantearse como una corrección de esta. En el siguiente caso, por ejemplo, Bizor pasa de decir que su rival no hace buena música aunque copie a estrellas televisivas a decir que le va a dar un golpe que va a hacerle ver las estrellas:

Este puto no pega
aunque estrellas en la tele copió.
Fuck that!
Dije que este puño te pega
y te deja viendo estrellas como telescopio.5

Además, suelen separarse ambas partes siempre con una apelación al público que nos hace ponernos en guardia. Cuando te aficionas a estas batallas, ya detectas este tipo de partículas. Son como… códigos. Tras los típicos “no, no me entendieron, dije que…” o el “fuck that!” sabes que van a utilizar los constituyentes de los últimos versos, pero de otra forma.

Batallo de norte a sur en busca de gloria.
En mi última, al parecer, pesa…
Mas no en cada sede victoria.
Fuck! Dije:
En mi última, paren…
¿Cerveza? ¿Mano?
Fuck! ¡Tengo sed de victoria!6

Hay muchos otros recursos de los que se podría hablar, pero creo que estos son los dos más importantes. Además de los códigos usados en todas las batallas, la gracia de estas está, muchas veces, en las sorpresas que te encuentras. En las excentricidades o particularidades de los autores: las metralletas y onomatopeyas de Tkilla, los espectáculos de Gino, la dureza de Aczino, la precisión de las rimas de Proof o la profundidad de las de Danger… En definitiva, un mundo al que merece la pena asomarse.

Citas

  • 1. Aczino. En Aczino vs. Sharlie Mac. Spit MX. 2017.
  • 2. TWPZY. En Magik vs. TWPZY. Barras de sangre. 2018.
  • 3. Grave. En Grave vs. Tkilla. Velorio, 2016.
  • 4. Grave. En Grave vs. Tkilla. Velorio, 2016.
  • 5. Bizor. En Bizor vs. Juan Zarate. Spit MX. 2017.
  • 6. Faruz feet. En Faruz feet vs. Narra MC. Paradiss. 2018.


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