Etiqueta: religión

agosto 27, 2021 0 Por Alberto Buscató Vázquez

El sistema de la naturaleza (I)

«Es el siglo XVIII, Europa. Las ciencias están unidas a la religión cristiana, desarrollándose no necesariamente en base a esta, sino paralelamente. No se trata de probar la verdad científica de la Biblia, sino de estudiar la naturaleza como creación divina. Pero estudiar la naturaleza, al fin y al cabo. Y es que “El fin de la creación de la tierra es la gloria a Dios, a través de la obra de la naturaleza, por el hombre únicamente”. Por lo que “La contemplación de la naturaleza es la vía próxima y más abierta para la admiración de Dios”. Y esta obra es la “Naturaleza: ley inmutable de dios, que es aquello que es”. Y esto se propone estudiar Linneo».

marzo 25, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Vida de Pitágoras

«El teorema de Pitágoras traía consigo un problema grave, y es que la diagonal de un cuadrado de lado uno no puede expresarse como un coeficiente de dos números enteros, por lo que la diagonal del cuadrado es inconmensurable, algo incomprensible e indeseado para la matemática griega. Sin embargo, los pitagóricos continuaron estudiando la presencia de relaciones matemáticas en el universo, llegando a la conclusión de que toda la realidad podría expresarse en dichas relaciones y, más allá, que los números eran las cosas. El uno es el punto, el dos la línea, el tres la superficie y el cuarto el sólido, incluso las líneas se forman por la yuxtaposición de puntos, la superficie por las líneas y el sólido por la de las superficies, con lo cual se construyen los cuerpos que conforman el mundo sensible. Anaximandro, maestro de Pitágoras (cf. P2), había propuesto que todo se produce de la indeterminación, a lo que Pitágoras añadió el concepto del límite, que junto con lo ilimitado produce el mundo, incluyendo los sólidos, es decir, el mundo sensible».

abril 16, 2019 3 Por Alberto Buscató Vázquez

El ‘nosotros’ de Notre Dame

Ayer ardía Notre Dame, una joya del estilo gótico de más de ocho siglos de antigüedad, pero, más allá de eso, ardía un símbolo de la unión de la humanidad en torno a la elevación espiritual, una obra de arte que, aunque descansase sobre esta o aquella tierra, representaba lo más excelso del ser humano: nuestra cultura.Con ‘nuestra’, me refiero a la totalidad de los seres humanos, pues todos estamos juntos en esto. Infinitamente más allá de las diferencias políticas o religiosas y de la forma concreta en la que se encarne nuestra cultura está la cultura en sí misma, entendida como una expresión de la humanidad que hay en todos nosotros. Cuando se pierde una manifestación cultural, es un trocito de nuestro ser el que desaparece y cuando estas se crean, es la humanidad entera la que se eleva, porque la cultura es el principal elemento de unión entre los seres humanos.