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abril 17, 2021 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Marx (III): Crítica a la economía política

«El capital es una fuerza que busca reproducirse, extenderse, crecer. Es la capacidad productiva del dinero, pero supera los límites de este, que es solo un contenedor en el que el capital se realiza temporalmente. El capital también está en las mercancías, en los métodos de producción, en los trabajadores, en los créditos, en las deudas… Incluso en los propios capitalistas, quienes también son víctimas (aunque últimas) del sistema. El capital genera todas las estructuras necesarias para su producción y reproducción, y es capaz de modificar completamente la estructura de la sociedad para adaptarla a las clases sociales que permiten su desarrollo, cambiando la concepción cultural completa de todos los pueblos que abarca. Y los abarca a todos, pues organiza el mundo entero de tal manera que cada parte sirva para el propósito general de expandirse. Todo con el único fin de seguir creciendo, como haría cualquier organismo. Y bajo el último escalón de esta organización mundial (aunque, quizás, inconsciente), se encuentran los seres humanos. Prácticamente todos ellos sufren las consecuencias de los métodos de desarrollo de este capital, que pasan por la crisis social, la precariedad personal y la destrucción cultural».

febrero 22, 2019 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Buenos y malos

Izquierda y derecha son palabras muy manidas. Usadas desde hace siglos en contextos muy diversos y con las más dispares intenciones, parecen haber perdido su significado. Sin embargo, hacen referencia a una intuición básica que sigue muy viva en nuestros días y que determina tanto el pensamiento individual, como los posicionamientos ideológicos a escala nacional e internacional. ¿Qué significan, pues? […] Si el exceso de libertad convierte la sociedad en una selva donde reina la ley del más fuerte, la búsqueda excesiva de la igualdad (esto es, cuando esta pierde sentido y valor) las transforma en realidades rígidas, homogéneas e indiferenciadas. La solución, pues, pasa por establecer sociedades racionales, fuertemente estructuradas a la par que dinámicas. Pero eso da para otro artículo.