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noviembre 6, 2020 3 Por Alberto Buscató Vázquez

Isaac Newton (II): La gravedad universal

Al calcular el valor de esa fuerza para la Luna respecto a la Tierra, obtuvo que esta recorrería 15 1⁄12 pies parisinos en un minuto y «con esa fuerza descienden de hecho los graves en la Tierra» (P, libro III: proposición IV). Y voilá. […] Esto implica que la fuerza que mantiene al universo cohesionado no es, por lo tanto, la naturaleza del éter ni el movimiento propio de los cuerpos celestes ni una mente cósmica, sino la fuerza de la gravedad, es decir, la que se usaba para hacer referencia a la caída de los cuerpos (los graves) en la superficie terrestre: «ambas fuerzas, estas de los cuerpos graves y aquellas de las lunas, [tienden] al centro de la Tierra y [son] semejantes entre ellas [… por lo que] tendrán la misma causa» (P, libro III: proposición IV). De hecho, esta fuerza había sido llamada centrípeta durante todo el libro (es decir, la que haría que los planetas se dirijan hacia el centro de otros cuerpos celestes), pero ahora se ha descubierto que esta fuerza es la de la gravedad, que explica tanto la caída de los objetos sobre la superficie terrestre como el movimiento de los cuerpos celestes en el espacio. Nace un nuevo sistema del mundo.

marzo 26, 2020 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Reflexiones sobre el feminismo (III): aceptar e incorporar desigualdades

Quizás la sociedad futura no tenga que basarse en la fuerza, el dominio y la competición, sino en la paz, el respeto y la hermandad. Necesitamos replantear las sociedades basadas en la producción y el capital; cuestionar la discriminación y la meritocracia como formas de estructuración social; plantearnos si el juicio es el mejor método para relacionarnos con el otro; si no es contraproducente el control de la naturaleza a través de la ciencia y la tecnología para superar nuestro miedo ancestral; si la luz que busca vencer a la oscuridad infinita y primordial no nos está deslumbrando, haciéndonos más ciegos… Hay que llegar hasta el fondo y, sinceramente, no estamos preparados para ello.

febrero 10, 2019 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Los pensadores malditos

Si hacemos memoria de nuestros exiguos conocimientos de filosofía, de esas viejas clases que dimos en el instituto, recordaremos la figura del sofista como la de un trilero: manipuladores, demagogos, mentirosos, prestidigitadores mentales capaces de convencerte de una idea y la contraria a cambio de cuatro monedas. A ellos se oponen las figuras de Platón Aristóteles, como sabios inmaculados con fuertes convicciones morales. Intachables. Pero, ¿qué hay de verdad en esta imagen? Es más, ¿por qué? ¿De dónde viene esta minusvaloración del sofista y qué intereses hay detrás? Vamos a ello.

febrero 6, 2019 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Memorias de Guatemala

Me he adentrado andando cien kilómetros en la selva en busca de ciudades mayas perdidas, he escalado tres volcanes, dos de ellos en activo, he dormido en medio de dos manglares, me he tumbado a descansar en el auténtico paraíso (en dos ocasiones), me bañé en dos océanos distintos, uno de arena negra y aguas enfurecidas, otro tranquilo y de agua dulce; y he estado en poblados y aldeas de varias etnias originales distintas

diciembre 16, 2018 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Cinco falsas ideas de nuestra cultura

¿Cuántos continentes hay? ¿Cuántos colores? ¿En qué época histórica estamos? ¿Estás seguro? Las diferencias culturales son tan marcadas que afectan incluso a las ideas más básicas del día a día. Las onomatopeyas que usamos, el concepto de país o el de continente, los colores que vemos o la división de la historia son artefactos humanos que estructuran la realidad, explicándola de una forma determinada. Siendo, quizás, poco más que anécdotas, nos hacen ver cómo la cultura es una forma (entre tantas otras) de entender el mundo. Cada una de estas formas tiene ventajas e inconvenientes, pero es importante entender cada cultura bajo sus propios conceptos. Veamos algunas de estas ideas.

diciembre 11, 2018 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Parte VII: El desierto del Thar

No sé qué hora sería. Llevábamos ya un buen rato durmiendo, eso seguro. Nos despertamos con los ladridos de más de una docena de perros que, a nuestro alrededor, aullaban y ladraban como locos. Estaban hambrientos. Los aullidos atraían a más perros, mientras el guía los espantaba con un palo sin levantarse de la cama por el frío y la pereza. Me tranquilizó verle así, pues no debía de considerarlos una gran amenaza. Menos mal que éramos cuatro adultos, un niño y sendos camellos, porque si no nos habrían comido… Si llego a estar solo, me comen. Sin duda… Menos mal que no me adentré solo en el desierto, porque no habría salido de él. Eso sí, a esta hora las estrellas, incluyendo la vía láctea, se veían de maravilla.

diciembre 9, 2018 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Parte VI: Rajastán, hogar de maharajás y maharajinas

Historias del Rajastán: El sati, o sacrificio de las viudas, es un ritual por el cual la mujer (viva) de un hombre fallecido se arrojaba a las llamas de la cremación de este, para morir con él. Normalmente, ingerían drogas para soportar el dolor y facilitarles tomar la decisión y, en ocasiones, se dice que la droga servía para obligarla a cometer el suicidio. Era propio del Rajastán, que siempre ha sido tierra de guerreros, cuyas muertes eran por ello frecuentes.

diciembre 9, 2018 1 Por Alberto Buscató Vázquez

Parte V: Kolkata, la ciudad de la alegría

Un hombre afeita a otro a navaja en la calle, sentados sobre sendos taburetes de madera; otro va sin camiseta, con una toalla al cuello y una pastilla de jabón en la mano para ducharse en la fuente más cercana; un tercero se lava los dientes en medio de la carretera, escupiendo la espuma en una boca de alcantarilla; más allá, una mujer lava la ropa con ayuda de un pequeño barreño, frotando los saris contra el asfalto, mientras que otra friega los cacharros de la cena de ayer, para usarlos en el desayuno. Los tenderos empiezan a colocar el género a la vista, los que no llevan ya varias horas sirviendo tés o zumos de azúcar o fruta variada. Uno de ellos pela granadas una a una echando los granos en un gran barreño a sus pies, otro espera tranquilamente con un machete de gran tamaño al lado de un bloque de hielo de unos dos metros de largo, dos de ancho y unos treinta centímetros de alto a que alguien le pida un par de kilos para refrescar cualquier cosa, los carniceros (árabes) hacen volar los cuchillos con destreza y el aire de las inmediaciones del bazar se impregna de un olor a óxido denso y penetrante. Kolkata despierta.

diciembre 9, 2018 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Me llamo Muhammad y vengo de Siria

Ocurrió hace un par de semanas, cuando vino un amigo a visitarme a la pequeña ciudad en la que vivo actualmente, al norte de Alemania. Trajo una botella de vodka del pueblo donde “estudia” su Eramus (en Polonia) y me convenció para salir a dar una vuelta por la noche. “Hoy va a pasaralgo… extraño, ya lo verás”, profetizó mientras cogíamos la botella de Soplica. Fuimos a un parque en el centro de Osnabrück a tomarnos una copa, ya que, como digo siempre, a partes iguales entre la broma y la convicción: “Alemania es un país libre: se puede beber fuera y fumar dentro.” Y entonces, le vimos acercarse a nosotros.

diciembre 2, 2018 0 Por Alberto Buscató Vázquez

Parte IV: Varanasi, la ciudad más sagrada del mundo

“Callejuelas estrechas, serpenteantes, pavimentadas con viejas piedras de río que brillaban de una pátina producida por los pies de innumerables generaciones de peregrinos atravesaban el corazón de la ciudad. Una ciudad donde las vacas tenían preferencia desde el alba de los tiempos, y que recorrían santones con el cuerpo cubierto de ceniza y el cabello enmarañado, campesinos recién casados con sus mujeres del brazo, abuelas con sus nietos y ancianos que venían de muy lejos para llegar al templo de Vishwanath, el señor del Universo. Una ciudad considerada el lugar más sagrado del mundo por los fieles hindúes”